Era está una noche destinada al silencio y tranquilidad, estaba tumbada en mi cama, leía, Cartas de amor a los muertos, me alejé de la lectura por unos cuantos minutos, mientras hacia una que otra cosa, me imaginaba sentada frente a una lápida, escribiendo una carta y luego dejarla allí, abandonada, destina a que cuando la lluvia llegase, borrara las palabras escritas en las hojas.
Pensé en miles de cosas que podría escribir, en cómo desperdiciaba mi tiempo intentando complacer a otros, en lo mucho que me asustaba ser yo misma, en cómo mi día a día se convertía en la repetición del otro, algo sin emociones, plasmaria allí todo lo que quisiera lograr, más sin embargo me asusta alcanzar.
Pasó por la ventana y miro al cielo, un suspiro se escapa de mis labios, hace cuánto que no veo una estrella, veo algo parpadeante desde lejos, mi mente empieza a fantasear, quizás sea una nave espacial, o tal vez una especie de cámara para espiarnos, pero me quedo con una simple explicación, seguro es solo una simple y ordinaria estrella, lo más probable es que la vea parpadear por su lejanía, o porque no traigo puesto mis espejuelos.
Pero aún así, eso no es suficiente, antes solia mirar al cielo y era totalmente oscuro, solo iluminado por ellas, por esas pequeñas estrellas, solía llenarse de ellas, era hermoso, ahora era distinto, las pocas veces que solía mirar hacia arriba, se notaba un tono claro y las diminutas luces brillantes, ya no estaban, o tal vez era yo quien había cambiado, lo mas probable es que me halla dejado abrumar tanto por mis aburridos días, que ahora no las veía.
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Una Chica Escritora
Kısa Hikaye¿Por qué no escoger un lugar en el cuál compartir nuestros más sentidos pensamientos?