Capítulo 10

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Allí estaba yo. Llorando en la cama del hotel. No sabía qué pensar, estaba tan confusa... ¿Que había hecho yo, para que me dejase? ¿Que error había cometido? Todas estas preguntas estaban abordando mi mente en ese mismo instante. Todo de golpe. Aún recordaba el día en que me dejó como si fuese ayer...

- ¡¿Pero qué he hecho para que me hagas esto?!- grité yo entre sollozos.

- Nada, cariño, nada...no eres tú...soy yo

Estaba destrozada, casi no podía respirar. El corazón me iba a mil por hora y las lágrimas me nublaban la vista. No me lo merecía; había hecho todo lo que me pedía y ahora, ahora esto...

No tenía derecho a destrozarme de aquella forma, él no quería. Pero por alguna razón que no pude comprender, necesitaba alejarse de mí. 

Cuándo me dejó me destrozó. Mi corazón cayó al suelo partiéndose en mil pedazos, imposible de recomponer. Era la primera persona a la que había amado de verdad...había sido tan inocente... Me estaban invadiendo unos terribles sentimientos de odio hacia él, pero el problema es que no yo misma me entendía...porqué no solo sentía odio, sino que también un poco de arrepentimiento. Arrepentimiento por no haber luchado por nosotros, por no haberlo abrazado cuando más lo necesitaba, arrepentimiento por haber sido tan estúpida...llegaba un punto donde ya no sabía qué sentir. 

Pero una cosa sí que la tenía clara: aún podía existir un nosotros. 

Corrí hacía el bar del hotel donde aún estaban mis amigas tonteando con el camarero. No les había contado nada a ellas, así que me quedé en el marco de la puerta de entrada al bar y le hice una señal a mi nov...ex novio para que viniera hacia mí. 

Lo hizo. 

A cada segundo me ponía más nerviosa, ¿qué le iba a decir?...bueno, tocaba improvisar. 

- Hola- le dije indiferente cuando ya se encontraba a escasos metros de mí. 

- Oye Liv...- antes de que pudiera acabar, me lancé a él y lo abracé, como si eso pudiese cambiar algo entre nosotros...

- Me sabe mal lo que pasó- sentenció por fin.

- Ya, yo también...pero...¿te puedo preguntar algo?

Pareció que se lo pensaba unos instantes, pero en cuanto se dió cuenta de que lo miraba fijamente y con cierta impaciencia en la mirada, asintió. 

- ¿Por qué?- pareció confundido, así que rehice la pregunta:- ¿Por qué te fuiste sin más?

Se volvía a pensar cautelosamente lo que iba a salir de esos gruesos labios que yo había besado tantas veces...y de los que seguía esperando muchos más. Dentro de su cabeza seguro que se estaba librando la mismísima tercera guerra mundial...entre sí contestarme o no. 

- Verás...Liv, tienes que entender que no puedo hacer esto- frenó unos segundos para recuperar el aire que había expulsado- No es nada fácil para mi. 

- Ah, ¿y para mi si?

- Liv...

- Escúchame. Me dejaste tirada, Álvaro, TIRADA. Yo confiaba en ti, te entregué mi corazón,...y tu lo hiciste añicos. Fuí tan inocente de pensar que realmente me querías. Pensaba que te gustaba, Al, pero ya veo que nada de eso era cierto. Me destrozaste, cuando te fuiste todo mi mundo cayó, sin ti no puedo vivir, y lo sabes. ¿Sabes cuantas noches he llorado por ti? No te las mereces, pero ahora nadie me las devuelve...porqué me las robaste tu.- hice una pausa para recuperar fuerzas. A pesar de la música a todo volumen que había, todo el mundo nos prestaba atención- ¡Eres un maldito capullo, un puto idiota, un mentiroso! Eso es lo que eres, no el santo que fingías ser. 

Me dí la vuelta dándole la espalda para irme a la suite a descansar un rato. Me cogió del brazo y me giró hacia él.

- Escucha Liv...

- No. No quiero escuchar tus excusas.- y ahora si, me fuí. No quería volver a verlo...jamás. 



Desde otros ojos - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora