Después de ese año y medio todo volvió a la normalidad, o al menos eso creía yo hasta que...ocurrió. Simplemente ocurrió. Algo hizo "clic" en mi cabeza y lo cambió todo.
Hizo que me entraran ganas.
Hizo que desaparecieran todos los miedos.
Hizo que cometiera una locura.
Y cuando quise darme cuenta...estaba subida a un avión camino a Canadá. Estaba decidida a hacerlo. A pedirle una segunda oportunidad aunque no me lo mereciera. A pedirle que me perdonase. A pedirle si quería una vida a mi lado, juntos, felices.
Tocaba ser egoísta otra vez. Ser egoísta suplicándole que volviera. Ser egoísta pidiéndole que me perdonase. Simplemente ser egoísta. Simplemente pensar en mi y en nadie más.
En cuanto llegué al Aeropuerto Internacional Toronto Pearson, cogí un taxi dirección al hotel donde nos alojamos, mis amigas y yo, un año y medio atrás. En cuanto llegué crucé el hall y me dirigí directamente al bar de copas.
Y allí, en medio de la barra, estaba él.
Me fui acercando poco a poco, absorta en mis pensamientos. De pronto me apareció un nudo en la boca del estómago, causa de los nervios. Había ido hasta allí sin plantearme nada; ¿Qué le diría? ¿Y si ha conocido a alguien? ¿Será capaz de perdonarme?
Todas esas preguntas son las que invadian mi cabeza al completo en ese mismo momento en el que él me vió. Cruzamos una mirada intensa aunque fugaz, y vino a mi encuentro. No sabría decirte que sentía, porqué sus ojos no reflejaban nada en concreto, solo confusión.
En cuanto estuvo delante de mí, lo único que hizo fue abrazarme. Sin decir nada, sin preguntar nada, sin exclamar nada. Solo un cálido y reconfortante abrazo. Como los de antes. Como los que me daba cada vez que nos veíamos seis años y medio atrás.
Me superó. Todo me superó.
Él, la situación, mis pensamientos...TODO.
Y me eché a llorar. No eran sollozos muy escandalosos, pero sí como para que él se diera cuenta. Me soltó, y me acurrucó la cara con sus grandes manos. Y, en un susurró que apenas yo pude oír, dijo:
- Te quiero, siempre te he querido y siempre te querré.- y me besó de ese modo que solo él sabía hacer.
Me separé de él. Di un saltito para rodear su cintura con mis piernas y apoyé la cabeza en su hombro.
- Yo también te quiero, te he querido y te querré.- le susurré yo al oído.
ESTÁS LEYENDO
Desde otros ojos - COMPLETA
RomanceTodo empieza con una adolescente de 15 años que sueña con tener una vida de cuento. Pero lo que ella no se espera es que el simple hecho de conocer a alguien, le cambiará la vida por completo.