Entrenamiento (Steve Rogers)

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- No Steve! de verdad no quiero amor, ¡quiero dormir!

Estaba siendo aplastada por mi novio, que me estaba castigando por haber llegado a las 3:00 am. No era mi culpa, tenía razón justificada y el nombre y apellido de esta es Wanda Maximoff fue su cumpleaños y preparo una noche de chicas.

Y claro no podía ser de las primeras en irme, es mi mejor amiga debía quedarme hasta que supiera que ella ya se iba a dormir hasta que ambas no pudiéramos más.

Y fue por eso que este hombre que tengo de novio me estaba diciendo que me levantara, y no era como castigo si no que Steve es hombre de palabra y yo le prometí que iba a entrenar con él.

Así que aquí estábamos siendo obligadas a ejercitarnos a las 8:00 de la mañana, lo bueno que fue piadoso de mí ya que él siempre se levanta a las 5 en punto.

- Vamos linda, lo prometiste.

- Yo sé, pero me vas a invitar un café tan siquiera verdad? - asome mi cabeza un poco por la gran manta ya que Steve estaba casi encima de mi tratando de quitármela a la fuerza. 

Aunque seamos sinceros si de verdad quisiera usar su fuerza ya estaría fuera de la cama.

- Sabes que sí.

Sonreí al escuchar eso y es que es la persona más tierna y linda del planeta.

- Esta bien mi amor, ahora solo dame permiso de levantarme. - dije estirando mi cuerpo por debajo de el.

- Ah cierto, lo siento linda. - se levantó de mí y extrañe su peso y su calor,

Llámenme loca, pero algo de lo que más me encanta Steve era su tamaño, sus grandes manos, su gran espalda, su altura la verdad me encantada todo de él.

Estábamos en el gimnasio del complejo ya que ya habíamos corrido una hora en los jardines, y yo ya no podía más pero ahora tocaba peso. Steve era uno de los mejores entrenadores la verdad ya que siempre me ponía ejercicios perfectos para mí ni tan rudos ni tan ligeros. Esos con los que al final quedabas con un poco de dolor muscular, pero al igual te sentías bien.

-Muy bien cielo, ahora te voy a dar unas mancuernas, no pesa mucho son solo 10 kilos entre las dos.

- Cree que soy débil capitán?

- Sabes que no preciosa. - me dijo mientras se ponía de pie después de dejar las mancuernas a cada lado de mi cuerpo.

Dios ese contacto visual, y es que en todo momento no ha dejado de verme, sus ojos son otra gran parte de él que me atrae y es que tiene ojos de cachorrito, pero a la vez yo sé que esa carita con esos ojitos es no más que una finta. Y es que Steve era una persona muy dominante, claro que a veces hay excepciones, pero en la mayoría de las veces le gustaba jugar rudo.

Y no me molestaba en lo absoluto.

- Okey linda, harás 20 repeticiones por brazo y cuando termines vas a saltar igual 20. Repite esto 5 veces y después de eso terminaremos con el entrenamiento. Yo mientras estare en las pesas.

- Okey bebe.

La verdad quería terminar rápido, tenía muchas ganas de tomar una ducha y dormir 20 horas mínimo, pero la verdad no me podía concentrar y es que Steve era el mejor distractor.

Estaba justamente enfrente de mí, y verlo levantar unas grandes pesas no ayudaba mucho. Era como la imagen de un Dios levantando algo pesado con el mínimo esfuerzo y sudado con una cara de concentración, pero a la vez cada que sus ojos conectaban conmigo me sonreía.

Era terriblemente sexy y tierno.

Yo podía morir en paz con un novio como él.

Y es que no podía apartar mi mirada de él, enserio como se flexionaban sus músculos, sus brazos como resaltaban las venas en ellos, como tenía esa cara de serio como si estuviera haciendo esfuerzo cuando todos sabemos que incluso si esas pesas son de 100 kilos para él no es nada.

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