Vibraciones (Pietro Maximoff)

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Tenía junta con los vengadores muy temprano mañana, así que opte por solo cenar algo ligero e irme a la cama, la verdad estaba muy cansada tenía días sin poder dormir.

Y es que la presentación de los nuevos trajes me tenía nerviosa, había estado trabajando muchísimo en ellos.

No era nada fácil crear trajes para personas como Scott que ocupaba que su traje se encogiera y a la vez pudiera hacerse grande, o crear el traje perfecto para Johnny que a cada rato está en llamas. O bueno que mejor ejemplo que el de mi novio que corre a la velocidad de la luz, crear el traje perfecto para él.

Claro también tenían que ser del gusto de Tony.

Por eso estaba muerta, pero estaba orgullosa de mi resultado, por fin mañana terminaría mi tortura y podría tomar tan siquiera unos días de vacaciones.

Camine directo a mi habitación, para poder entrar al baño lavarme la cara e ir directo a la cama, opte por quedar en ropa interior y una de mis blusas de seda que tanto amaba. Y es que esa textura era lo más delicioso sentían que mis tetas están en el mismo cielo.

Iba directo a mi cama cuando sentí una briza entrar, ya me estaba preguntando donde está mi bellísimo novio cuando lo vi acostado en nuestra cama.

- Hola chiquita. - me dijo con una gran sonrisa.

- Hola cielo, como estuvo tu día. - dije mientras destapaba mi lado de la cama para asi poder entrar en él.

- Mejor ahora que te veo. - me dijo acercándose a mí ya que ya estaba acostada a su lado. - te he extrañado mucho sabes, no me gusta que trabajes tanto.

- Lo sé, pero ya terminé, ya mañana es la junta. - le conteste mirándolo.

Se me hacia lo más tierno del mundo, el hecho de que no le diera miedo decirme cuanto me extrañaba, había veces en las que iba a buscarme con un leve puchero en su rosto.

Lo amaba tanto.

- Si lo sé, Tony no lo dijo hoy en la mañana, de hecho, se miraba muy emocionado. - me dijo soltando una risita.

- Si eso me asusta, no cumplir sus expectativas. - conteste mirando el techo.

- Oye, no tienes que tener miedo amor, tu trabajo siempre es impecable este no será la excepción. -me dijo recargándose en sus codos para que lo viera. - y si lo es podemos escapar juntos al lugar donde quieras.

Solté una carcajada. - Que haría yo sin ti. - le dije volteando a verlo.

Fue ahí donde nuestros ojos conectaron, y recordé que ya teníamos unos días sin estar así, ya que yo llegaba muerta y solo dormía y me iba muy temprano. A veces solo nos veíamos para desayunar o comer juntos.

No habíamos estado juntos.

Creo que entendió todo, porque su mirada no se despegaba de mis labios sabía que estaba sintiendo lo mismo y es que él y yo no podíamos durar mucho sin el otro. De verdad estaba sorprendida que nunca note que ya llevábamos mucho sin nuestra compañía.

- De verdad te extrañe. - le dije mirando sus labios.

Sonrio y se acerco a besarme.

Fue un beso tierno lleno de amor, me estaba demostrando cuanto me extraño, y yo solo podia hacer lo mismo. Tomo mi mejilla con una de sus manos y me se posiciono casi arriba de mi esta solo algo inclinado.

Lo sentí sonreír cuando se despegó de mí. Me miraba como si fuera lo más preciado de su vida, y es que el en verdad me hacía creer que lo era.

Y él lo era para mí. Yo podía jurar que él era lo más valioso que tenía en mi vida.

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