Tipo: One Shot
Advertencias: SelfHarm, Depresión.
-Linda por favor déjame entrar, ella solo es una amiga -si claro.
-Porque me importaría si es tu amiga o novia o lo que sea, no somos nada -
-Entonces porque lloras? -buena pregunta.
-No lo se -susurre, subí las mangas de mi playera y vi las cicatrices, aun algunas tenían costra pero no me importo, fui al baño y con la mirada busque algo filoso, Pietro me había hecho tirar todas las cuchillas y ahora no sabia como hacerlo, mi vista se encontró con un rastrillo que tenía dentro de la ducha, corrí agarrarlo y lo rompí sacando las cuchillas, me senté adentro de la bañera y la pase por primera vez por semanas.
Pietro ya no toco mas la puerta lo que me alivio porque no pensaba abrirle, después de pasarla por lo menos unas cinco veces más escuche una llave en la cerradura del la puerta, abrí los ojos y corrí a cerrar la del baño.
-¿___? -
No conteste, quería hacerle creer que no estaba, pero aun así se me escapo un gemido de dolor rápidamente me tape la boca con ambas manos.
-Ya te escuche -su voz sonaba suave y tranquila. -Abre la puerta -suspire.
Tenía una batalla en mente si abrirle o no, pero al final le abrí, no quería verlo a los ojos así que deje mi mirada en el suelo, solo sentí unos brazos rodearme.
-Lo volviste hacer -me susurro.
-Lo siento -esta vez mi voz se quebró.
No dijo nada, nos quedamos abrazados por unos minutos hasta que decidí separarme, Pietro me ayudo a desinfectarlas y me hizo que jurarle esta vez que nunca lo volvería hacer, primero no le respondí pero después acepte, ya me había tranquilizado.
-Entonces solo sin amigos? -le pregunte en voz baja y algo avergonzada.
-Solo amigos -me dijo. -Aparte a mi ya me gusta alguien mas -lo mire a los ojos y sus palabras solo me decepcionaron aun mas.
-Oh -dije y segundos después escuche que se reía. Lo mire confundida.
-Esa chica esta frente a mi -abrí los ojos sorprendida. -Me gustas -
No sabia que responderle, hace unas horas atrás me había dado cuenta de que mis sentimientos hacia Pietro eran mas que claros, me gustaba.
-A mi también me gustas -dije sonrojada, gire mi cabeza hacia un lado avergonzada.
Sus manos se dirigieron a mi barbilla y hizo que lo mirara, se acerco lentamente a mi y deposito un tierno beso en mis labios. Definitivamente Pietro había sido mi salvación.
Fin.
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Hay que cursi soy hehe, espero que les haya gustado.
