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--No lo entiendo ---. Dijo Chester mirando a Mike. --¿Él se fue? ¿Estás seguro? --.

--Vi su espíritu salir y subir. Yo tampoco lo entiendo ¿Que hace que yo me quedé? --.

Ambos se quedaron callados un momento mirando el techo, seguían en aquella cama acostados. El rubio se sentó un momento y se puso a pensar en lo doloroso que estaba siendo todo aquello para Mike ¿Realmente quería retenerlo así? ¿Con esa tristeza que lo hacía sentir en las tinieblas permanentemente? Eso era muy egoísta de su parte.

--Hay que buscar alguien que pueda comunicarse con el mundo espiritual, tal vez tenga la respuesta --. Dijo Chester volteando a verlo.

--Si encontramos la respuesta... No estaríamos más juntos --. Dijo Mike mirándolo.

--Te dije que si pudiera tomar tu dolor lo haría, si eso hace que estés bien... Yo prefiero sufrir por tu ausencia a verte sufrir aquí--.

--Cuando uno se quita la vida es porque no quiere sufrir más en este mundo ¿no? ¿Qué sentido tiene esto? Sigo aquí, aguantando el dolor. De haberlo sabido... --.

--Creo que hemos romantizando la muerte sin saber lo que es--. Concluyó Chester.

Orlando estaba acostado mirando su celular, pero no había concentración, pues no dejaba de pensar en Johnny, en su padre, en Chester, como lo cuidaban todo el tiempo y lo pensaban tan débil. Entonces se puso de pie y se paró frente al espejo.

--Necesito un cambio de estilo --. Se dijo mirándose. Volteo a la ventana pero ya estaba oscuro, luego miró la hora y ya faltaba poco para la cena. --Tendré que esperar a mañana --. Orlando caminó a su cama y se sentó. --¿Qué haría un chico rebelde?--. Se preguntó. --Se escaparía sin importarle nada --. respondió, luego suspiró. --Pero no, tengo mucho miedo a salir tan noche, y encontrarme con rateros y... Toda esa gente mala que está por allí buscando una víctima --. dijo nervioso solo de pensarlo. --No, no puedo. Tal vez ellos tengan razón y yo no puedo ser fuerte --.

El chico de cabello ondulado se quedó triste mirando el piso, se sentía tan cobarde y tan solo, como que no podía confiar en nadie, porque nadie confiaba en él.

Pasaron unos minutos y los mellizos bajaron por las escaleras para ir a la cena, ambos estaban callados mientras Magüi les servía la comida junto a su padre.

--Sé que pueden creer que soy malo por no darles la libertad que otros jóvenes tienen --. Empezó a disculparse Lee. --Pero tienen que entender que su padre es un hombre con un trabajo peligroso para ustedes --.

--Pues dejalo --. Dijo Chester como una respuesta simple.

--Esta es mi vocación Chester, pero no por eso dejaré de cuidarlos y procurar que estén bien. Ustedes son mi mejor decisión y los voy a cuidar aun cuando ustedes no quieran --. Afirmó Lee, los mellizos solo se quedaron callados.

--Quiero regresar con mamá --. Dijo Orlando, con lo que el señor Lee y Chester lo voltearon a ver.

--No es para tanto --. Dijo Chester sorprendido con sus palabras. --Yo no quiero regresar --.

--No necesito que regreses conmigo --. Respondió el castaño mirándolo, lo que sorprendió más al rubio.

--haber, no--. Dijo Lee tajante. --La custodia completa la tengo yo y no es por cualquier cosa, tu sabes que Susan no se puede hacer cargo siquiera de sí misma, mucho menos estar al pendiente de ti y cuidarte --.

--¡No necesito que estén al pendiente de mi! --. Exclamó Orlando molesto poniéndose de pie. Lo que dejó a Chester boca abierta y a Lee sorprendido.

--¡Siéntate ahora! --. Dijo Lee molesto. --¡Y no vuelvas a levantarme la voz! ¡Tú no te irás a ninguna parte! ¡¿Entiendes?! --. Gritó Lee finalmente molesto. Chester solo se hizo chiquito, no le gustaba como se estaba tornando la situación.

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