Josue había llegado diez minutos antes de lo acordado a la pizzería, lo había hecho solo para así poder reservar una mesa, ya que solía llenarse rápidamente, ¿porque?, porque allí se preparaban las mejores pizzas de la ciudad.

-¡ANTONIO!, ¡AMIGO MIO!
-Hola Josue, ¿y Andrea?
-Pues, esta por llegar... Vine antes porque... Pues... Quiero que me des la mesa más apropiada
-¿Apropiada?, ¿apropiada para qué?
-Para pedirle que sea mi esposa - Respondió Josue sacando el cofrecito dónde estaba el anillo
-¡OH POR DIOS!
-¡Ey!, ¡baja la voz!
-Lo siento, lo siento, es solo que... Guau, ¡Felicidades! - Dijo Antonio mientras le daba un afectivo abrazo a Josue
-Gracias
-Bueno, la mejor mesa que tengo para eso, esta en el segundo piso, desde allí hay una muy hermosa vista hacia el mar, ¿quieres cenar allí?
-¡Por supuesto!
-Bueno, vamos.

Cuando llegaron arriba Antonio le señaló a Josue la mesa, este se sentó y le dio las gracias a Antonio el cual le dijo que esa noche, todo corría por cuenta de la casa, por su gran amistad no sólo con él, si no que también con Andrea.

Sonriele A La Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora