UNA CITA SOBRE HIELO

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UNA CITA SOBRE HIELO

Era una mañana fría de invierno, Vegeta estaba en la ducha cuando Bulma despertó y pensó en ir sigilosamente a sorprenderlo, lo que ella no sabía era que el príncipe hacia tiempo que había aprendido a identificar su ki, y aún más estando tan cerca.

Vegeta estaba de espaldas enjabonandose el cabello cuando ella entró con sumo cuidado en la ducha y se posicionó entre la pared y el cuerpo de su amado esposo, Vegeta se aclaró el cabello aún con los ojos cerrados para hacerla creer que no sabía que estaba allí, era un juego ya habitual en ellos aunque ninguno lo reconociera ante el otro lo mucho que les gustaba, así que se hizo el sorprendido cuando notó su abrazo alrededor de su cuerpo, abrió los ojos y la levantó lo suficiente para que ella lo rodeara con sus blancas y esbeltas piernas mientras lo besaba.

Por alguna razón el 99% de las veces que lo sorpredia en la ducha coincidía con los días que tenía junta, y esa manera de comenzar el día la relajaba antes de ir a algo que odiaba terriblemente, a ella lo que le gustaba era estar en su laboratorio con sus creaciones, lo que Bulma no sabía es que Vegeta lo preparaba siempre para así relajarla, la escuchaba más de lo que ella creía cuando hablaba de su trabajo y mencionaba cuando tendría una próxima junta.

Por eso él se levantaba unos minutos antes de la hora que ella se despertaba, pero aquel día... algo fallo...

La junta se había anulado y Bulma no lo había mencionado, ella tenía otros planes para ese día, quería sorprender a su esposo y pasar el día juntos... patinando sobre hielo...

Así que cuando terminaron...

Bulma: te amo Vegeta
Vegeta: yo también te amo Bulma
Bulma: oye Vegeta, ojalá no tuvieras que entrenar hoy...
Vegeta: sí, pero para eso tú no tendrías que trabajar hoy...
Bulma: ay!, no te lo dije...!
Vegeta: el qué...
Bulma: que hoy no voy a ir a trabajar al laboratorio... y además... la junta se suspendió, así que... creo que vas a ser todo mío hoy (sonrie)

Vegeta se sorprendió tanto que hasta se sonrojo, ahora tendría que tragarse sus palabras, le había dicho que deseaba que no se fuera.

Vegeta: esta bien..., y que quieres que hagamos... seguimos en la...
Bulma: oh, sí!, pero después... tengo una sorpresa para ti

Bulma volvió a abrazarse a él y lo besó mientras el príncipe la llevaba a la cama, ella sabía que tenía que aprovechar todos esos momentos de intimidad, ya que que veces el saiyan se iba por varios días e incluso semanas para comprobar hasta donde llegaba su poder, lejos para no correr el riesgo de que la cámara de entretenimiento no aguantara e hiciera explotar todo el complejo de la Corporación Cápsula.

Cuando se marchaba echaba tanto de menos sus manos, sus labios, su cuerpo..., así que hoy no iba a dejarlo escapar.

Estando aún abrazados y desnudos sobre la cama...

Vegeta: y... qué clase de sorpresa has preparado... o quizás... prefieras seguir aquí... después de todo hace frío fuera...
Bulma (lo besa y le dice): uhm..., quizás después...si te gusta... me lo puedas... agradecer así... (y le giña un ojo antes en darle un tierno beso en los labios)
Vegeta: uhm... acepto, pero sólo si me gusta... si no...
Bulma: sí no... qué...
Vegeta: es una sorpresa (y comienza a reírse, a lo que Bulma se le une, era tan raro verlo reír...)
Bulma: muy bien... trato hecho... y ahora... ponte ropa de abrigo y luego coge esa bolsa deportiva
Vegeta: la bolsa deportiva?

Bulma asiente y comienza a vestirse poniéndose la ropa más gruesa y abrigada que tenía, mientras Vegeta hizo lo mismo, aunque su ropa no era tan gruesa ya que él soportaba mejor el frío, aún así se puso su abrigo porque sabía que si Bulma tenía frío... él se lo prestaría, y después cogió la bolsa deportiva.

ONE SHOTS DE VEGETA Y BULMA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora