CONFESIONES

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CONFESIONES

Mientras estábamos dándonos un baño y Vegeta me besaba vino a mi mente una pregunta que le hice por pura curiosidad...

Bulma: Vegeta, mi amor...
Vegeta: uhm... calla... quiero seguir besando esos labios... y si hablas no puedo

Y continuó besándome, me vuelve loca cuando sus labios rozan la piel de mi cuerpo, pero la curiosidad podía conmigo así que insistí.

Bulma: Vegeta...
Vegeta: uhm!, sí... dime
Bulma: nunca te he preguntado esto... y... tengo curiosidad
Vegeta: el qué...
Bulma: pues verás... nunca me has contado... supongo que antes de mi estuviste con alguna otra mujer, pero... llegaste a tener una especial, alguna... novia?

Al preguntarle por esto... salió de la bañera y enrollo una toalla a su cintura mientras seguía de espaldas a mí.

Bulma: Vegeta... yo...
Vegeta: no Bulma, nunca hubo otra mujer
Bulma: oh!, nunca tuviste novia...
Vegeta: no Bulma, nunca hubo otra mujer
Bulma: qué quieres decir...
Vegeta: lo que acabo de decir...
Bulma: quieres decir... pero...

Salí de la bañera mientras hablaba, me puse yo también una toalla alrededor de mi cuerpo y lo abracé por la espalda, cuando se giró hacía mí... estaba todo sonrojado y parecía incluso avergonzado.

Bulma: mí amor... eso quiere decir... qué cuando te besé...
Vegeta (me rodeó con sus brazos): cuando me besaste yo no sabía que era aquello pero mis labios reaccionaron a los tuyos, pensé que te darías cuenta... pero nunca lo has hecho
Bulma: pensé que estabas tan sorprendido... qué te habías puesto tan nervioso como yo...
Vegeta: en parte, por eso cuando regresé aquel día después de haberte llevado a tu cama cuando dormías en el laboratorio...
Bulma: lo primero que hiciste fue... besarme y luego...
Vegeta: lo sé, ahí si que estaba nervioso y yo nunca me había puesto nervioso antes, nunca, te besé y te hice aquella proposición... para después llevarte a tu cama... y hacer algo... qué jamás había hecho, simplemente mi cuerpo reaccionó al tuyo, y no sé explicar muy bien cómo pero lo hizo
Bulma: Vegeta...
Vegeta: cuando era un niño, antes de que el planeta Vegita desapareciera, mi padre me dijo antes de que yo partiera a conquistar planetas con Nappa y Raditz, que acababa de nacer una saiyan con las cualidades necesarias para ser mi esposa y continuar con el linaje real, yo nunca tuve oportunidad de elegir cuando mi padre y el planeta existían, y luego cuando viajaba por el espacio... ellos si se distraian con mujeres, decían que se divertían con ellas ya que no quedaban mujeres saiyan para unirse a ellas, así que podían hacer eso sin problemas
Bulma: y eso porqué, no entiendo eso...
Vegeta: porqué cuando nos unimos a una saiyan es para siempre, no hay nadie más, ni aunque muera uno de nosotros, la pareja es para siempre, y eso... es lo que me ocurre a mi contigo, no eres saiyan pero para mí corazón... si lo eres

Al escucharle decir esas palabras lo apreté más contra mí cuerpo y lo besé en el pecho, después lo mire y...

Bulma: y en todos esos años no hubo ninguna... qué te interesara ni por diversión...
Vegeta: no, ni siquiera me fije en una hasta que me invitaste a esta casa, yo sólo vivía para hacerme más fuerte, lo demás me daba igual, además que sentido tenía, no iba a ser rey, no tenía la obligación de traer un príncipe a un mundo que no existía, así que dejaba que ellos se divirtieran si querían, pero yo, el príncipe de los saiyan, no tenía intención de buscar a una mujer ni para pasar el rato ni para compañera de vida

Cuando terminó de decir aquello lo besé y le hice una confesión que creo que nunca hubiera esperado... igual que yo la suya, nunca lo hubiera pensado

Bulma: mi amor... ahora voy a contarte algo... y espero que no te enojes...
Vegeta: y eso... porqué lo dices...
Bulma: ahora lo entenderás, tú sabes que antes que tú...
Vegeta: ni lo nombres
Bulma: a eso me refería, muy bien, tú sabes que fuimos novios varios años, pero fueron años intermitentes y sé muy bien que sabes el porqué (Vegeta asintió), pues bien, en realidad las veces que tuvimos intimidad durante esos años, en los que se pasaba temporadas incluso más largas que tú lejos entrenando o el tiempo que estuvo muerto... (Vegeta ahí sonrió), te puedo asegurar que tuve más intimidad contigo la primera semana de nuestra relación que con él en todos esos años...
Vegeta (me miró sorprendido): pero... si esa semana... te hice mía muchas veces...
Bulma: exacto, y ahora comprenderás porque jamás me di cuenta que eras más inexperto que yo, porque yo estaba tan nerviosa y tan feliz de tenerte en mis brazos... qué no presté atención a si tus manos tenían el pulso firme o temblaban como las mías, porque mi cuerpo temblaba sólo por el contacto con el tuyo
Vegeta: Bulma... gracias
Bulma: porqué mi amor (y lo besé con dulzura en los labios aunque fue rápido, sabía que quería seguir hablando)
Vegeta: gracias por enseñarme a amar, por ser la madre de mi hijo, mi esposa, te amo
Bulma: yo también te amo mi amor, pero las gracias te las doy yo porque me acabas de hacer un gran regalo...
Vegeta: cuál...
Bulma: decirme la verdad, porque sé que no mientes, eres incapaz de mentir, cuando lo has intentado... (rio flojito) no te sale, te pones a sudar, y esto que me has contado mirándome a los ojos... te brillaban y te brillan mientras hablabas e incluso te daba vergüenza reconocer que me esperaste, que esperaste hasta encontrarme aunque no te diste cuenta
Vegeta: nunca lo pensé así...
Bulma: pues así es... y ojalá algo en mi me hubiera dicho que esperara porque había un hombre maravilloso que aparecería en mi vida, que no se iría jamas de mi lado, que me daría un hijo y...
Vegeta: y...
Bulma: otro... (pongo sus manos que rodean mi cintura en mi vientre)
Vegeta: otro?, lo dices en serio?
Bulma: sí

Entonces volvió a besarme, me quito la toalla y me cogió en brazos mientras se deshacía de la suya y volvió a meternos en la bañera, estaba feliz, realmente feliz.

FIN

Escrito por Mer Lois

ONE SHOTS DE VEGETA Y BULMA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora