DIECIOCHO

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Los chicos despertaron y no sabían donde rayos estaban, cada uno estaba acostado en una cama, la habitación no tenía ventanas ni nada, por un segundo pensaron que los habían secuestrado los locos asesinos.

Pero por suerte apareció una abuelita con una bandeja llena de comida y jugos.



— Ay me alegra mucho que despertaran, cuando mi esposo e hijos los entraron a la casa pensé que estaban muertos.



Hongjoong miraba fijamente a la señora, se veía una persona normal, hasta tierna, así que fue el primero en pararse y hacer una reverencia.



— Muchas gracias por salvarnos, sin usted no se que habría sido de nosotros, gracias.



Los demás le siguieron el acto y escucharon la adorable risa de la abuelita.

Les dejó la comida en una de las camas y les dijo que cuando se sintieran mejor bajaran al living, que era urgente.



Los chicos hicieron caso, comieron como si llevaran semanas sin comer y bajaron rápido, cuando llegaron abajo quedaron impactados.



— ¡MÁNAGER! ¡Nunca había estado tan feliz de verte!.



Gritó Mingi saltando encima de él como canguro.

La abuelita les explico a todos lo sucedido, después de encontrarlos y llevarlos a sus camas a dormir, había llegado un señor con fotos de los seis chicos preguntándo por ellos.



— Yo no sabía si decirles que estaban aquí o no, porque ya saben, todo el mundo sabe lo que está pasando, pero cuando vi lágrimas en los ojos del señor supe que él era bueno.



El mánager toció tratando de pasar lo que había dicho la abuelita, los chicos de Ateez se rieron con burla del mayor, siempre decía que no los soportaba y que se iría en cualquier momento, pero en el fondo los amaba y ellos a él.



— Bueno, chicos, es hora de irnos, agradezcan a la señora por recibirlos, ustedes, su mánager se quedó con los otros en la casa, que si que están mal, creo que les hacen mucha falta, vamos luego.



Luego de agradecer y despedirse de la abuelita, fueron rápido a la casa, al llegar todos se lanzaron encima de los perdidos, quedando totalmente aplastados en una montaña de chicos.

Después de llantos, regaños y alegría, todos estaban sentados en el piso por orden de los dos mánager.



— Bueno chicos, les queríamos contar algo bueno, encontraron al líder y dos hombres más relacionados con la organización, lo malo, los encontraron a punto de atacar el lugar donde estaban Txt y Seventeen, lo bueno, no lograron hacerles nada.



— ¿Eso quiere decir que ya podemos volver a casa?



Preguntó Jeongin ilusionado, el más pequeño de la casa ya no quería más, solo quería ir a su cama a dormir tranquilo.



— No.





Otra noche tuvieron que pasar en esa casa, el ambiente era mejor, los 16 chicos hablaban y reían juntos, saber que habían atrapado a esos tipos los dejaba mucho más tranquilos.



— Oye, lo siento por hacerte pasar tantos malos ratos, solo te di problemas...



— No vuelvas a decir esa estupidez Wooyoung, jamás me vas a dar problemas, gracias a ti pude estar más tranquilo con todo esto tenerte a mi lado me hacía sentir mejor, tú me haces sentir mejor.



El pelirrojo sonrió, ese chico lo hacía sentir de todo, pero lo mejor es que lo hacía sentir enamorado.



— Te quiero mucho San.



— Yo igual te quiero mucho Wooyoung.



— Me van a hacer vomitar de tanto amor...



Jongho se encontraba sentado cerca de ellos, le gustaba burlarse de sus hyungs, eran unos melosos extremos, se paró y se lanzó encima de los dos, siendo abrazado por ambos.



— Tu eres nuestro maknae, te amamos mucho Jongho.



Dijo San para luego hacerle cosquillas, donde Wooyoung le siguió, haciendo que el pequeño estallara de la risa.

Las cosas estaban empezando a mejorar, o eso creían todos.

𝚃𝚑𝚎 𝚛𝚒𝚜𝚔 𝚘𝚏 𝚕𝚘𝚟𝚎 | Woosan/SeongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora