VIENTICINCO

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Llevaban ya cuatro horas de viaje, todos iban tranquilos, relativamente, San aún no despertaba, estaba como un gatito acostado en la camilla.



— Se ve... muy... muy lindo así durmiendo...



Susurró Wooyoung, que para su suerte tenía la vista hacia él, sonreía, ese pelinegro lo tenía loco, se sentía mal por lo alterado que estaba y más aún porque él era el motivo, pero sabía que al llegar al destino iba a cambiar todo.



— Ojalá se le pase lo loco cuando despierte si...



— ¡MINGI!.



Yunho no podía creer que el menor siempre decía las peores cosas en los peores momentos.

Lo tomó del brazo y lo llevó al baño del avión, iba a ser costumbre parece esa escena.



— ¿Lo haces a propósito no? Decir tanta estupidez...



— Ay hyung, que malo conmigo, solo dije la verdad...



Hizo un puchero, un maldito puchero que Yunho no pudo ignorar, beso los labios de Mingi, aún molesto y se sentó en el baño.



— No se que mierda me hiciste, pero veo tus labios y quiero comerlos.



Mingi lo miró sorprendido y no pudo evitar sonrojarse, no estaba acostumbrado a recibir esas palabras del mayor.

El mayor se dió cuenta de eso y riendo tomó la cintura de Mingi y lo hizo sentarse encima de el.



— Nunca en mi vida me había fijado en un hombre.



— ¿Te habías fijado en alguien antes siquiera? Porque tu no tienes vida social y...



— Como puedes arruinar un lindo momento en un segundo Song Mingi.



Mingi solo rió y tomó la cara del mayor, empezando una batalla de besos, los dos querían el control, sus lenguas luchaban por entrar en el otro, las manos no tardaron en tocar todo lo que podían.

Yunho aprovechando la situación levantó la camisa de Mingi de la espalda y empezó a acariciar, bajando las manos de vez en cuando.



— ¡NO PUEDE SER! QUE VIERON MIS OJOS...



Jongho gritó cerrando la puerta del baño fuerte, haciendo que todos los del avión se enteraran de lo que había visto.

Mingi y Yunho estaban castigados, sentados separados mirando por la ventana, dejaron traumados al pobre Jongho y eso era castigo seguro.



— Mi cabeza me va a matar...



Escucharon la voz de San y todos fueron a verlo, querían saber si estaba como antes o ya estaba mejor.



— ¿Cómo estás, San?.



Seonghwa se sentó cerca de él y le tomó la temperatura de la frente, no tenía fiebre.



— Bien... yo... lo siento mucho, en especial para mi Woo y para Jongho... lo siento por gritarles, de verdad que lo siento...



— No te preocupes hyung, se que estabas mal, solo quiero que te sientas mejor...



Jongho fue donde él y lo abrazó, sabía que estaba mal y solo quería que todos estuvieran felices.



— Bebé... ven... dame un abrazo...



Woo miró con un puchero al mayor y éste como si fuera para ganar una carrera, se paro rápido y fue a darle un beso y un abrazo al menor.

Todos se rieron, al parecer ahora si estaban bien entre ellos, les quedaba menos de una hora para llegar a su destino, que por si no sabían, pero mejor no hacerlo.

Pasaron los minutos y sintieron como el avión descendía, se abrocharon los cinturones y miraron hacia afuera.

Parecía un lugar rural, habían muchos árboles y casas alejadas las unas y las otras.



— ¿Vamos a vivir en el campo ahora hyungs?



Mingi miraba sorprendido por la ventana.



— Si, y vas a tener que vestirte de granjero y sembrar maíz por hectáreas...



Hongjoong hizo reír a todos, menos al menor, ya se habían dado cuenta que no le gustaba mucho la vida fuera de ciudad, con la casa abandonada se dieron cuenta.

Ninguno sabía el lugar donde estaban, pero lo que si sabían, era que iban a poder estar tranquilos por un tiempo, hasta que todo se calmara en Corea... o por lo menos no estuvieran en grave peligro.

𝚃𝚑𝚎 𝚛𝚒𝚜𝚔 𝚘𝚏 𝚕𝚘𝚟𝚎 | Woosan/SeongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora