cuatro.

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Lo sabia y estaba tan conmocionada que en realidad comenzó a cargar nuevamente todas sus cosas dentro del auto, lista para huir de regreso a White Plains y la dudosa seguridad de su propio departamento. Al final, aunque aún temblaba en reacción, regresó sus provisiones y ropas a la casa y luego recurrió a su propio y consagrado remedio del café. ¿De qué le serviría irse a casa? El problema eran los sueños, que la tenían tan al límite que había entrado en pánico cuando un vecino vino a visitarla y entonces había decidido inmediatamente, sobre la base de su intenso color de ojos, que él era el hombre en sus sueños.

Bien, tiempo para una revisión de la realidad, se dijo severamente mientras tomaba su tercera taza de café. Nunca había sido capaz de ver el rostro de el hombre que la asechaba mientras dormía a causa de la maldita bruma que siempre parecía estar entre ellos. Todo lo que podía decir es que él tenía largo, oscuro cabello y ojos aguamarina. Por otro lado, conocía su olor, su tacto, cada pulgada de su musculoso cuerpo, el poder con el que hacía el amor. ¿Qué se suponía que tenía que hacer, pedirle a Harry Styles que se desnudara para que ella pudiera inspeccionarlo buscando similitudes?

No funcionaria

Un montón de personas en el mundo tenían cabello oscuro; la mayoría, de hecho. Un montón de hombres de cabello oscuro tenían ojos intensos. Era meramente casualidad que se hubiera encontrado con Harry Styles en un momento en que no era exactamente lógica en el tema de color de ojos. Hizo una mueca ante el juego de palabras, y se levantó para servirse su cuarta taza de café.

Había venido aquí con un propósito. Se negaba a dejar que un sueño, sin importar cuán perturbador y realista fuera, destruyera su alegría de algo que siempre había amado. No era solamente este nuevo miedo al agua lo que odiaba, sino lo que los sueños le estaban haciendo a sus recuerdos de los veranos de su infancia. Perder esa alegría era como perder el centro de su ser. Maldición, aprendería a amar el agua otra vez. Quizás no podía mirar el lago justo ahora, pero para el momento en que dejara este lugar, juró, estaría nadando en él nuevamente. No podía dejar que su estúpida paranoia acerca de Harry la asustara al punto de huir.

No significaba nada que él hubiera dicho su nombre como si lo saboreara. En realidad, significaba algo, pero ese algo estaba conectado con sus órganos sexuales más que con sus sueños.

Savannah sabía que no era una belleza despampanante, pero tampoco era ciega de su atractivo para los hombres. A menudo estaba insatisfecha con su mata de espeso, ondulado cabello castaño, sin esperanza siquiera de domarlo con un estilo visible, pero a los hombres, por sus propias razones, les gustaba. Sus ojos eran verdes, sus facciones regulares y afiladas, y los rigores de su trabajo la mantenían delgada y en forma. Ahora que sus nervios se estaban calmando, se daba cuenta de que el destello en aquellos ojos había sido de interés más que de amenaza.

Aquello podía ser difícil, considerando que ella había venido aquí para resolver algunos problemas en lugar de para involucrarse en una aventura de verano con un nuevo vecino. No estaba de humor para el romance, ni siquiera para el casual, que durase dos semanas. Sería agradable e indiferente ante cualquier invitación que él pudiera extenderle, él entendería la indirecta, y eso sería todo.




"Ven."

Ella se volvió y lo vio parado debajo del sauce llorón, su mano extendida. Ella no quería ir hacia él, cada uno de sus instintos le gritaban que corriera, pero la compulsión de obedecer era una terrible necesidad en su interior, un dolor y un ansia que podía satisfacer.

"Ven," dijo nuevamente, y sus reacios pies comenzaron a desplazarse a través del agradable césped cubierto de rocío. Su camisón blanco se arremolinaba alrededor de sus piernas, y sentía su desnudez debajo de la fina tela. No importaba cuantas capas de ropa la cubrieran, él siempre la hacía sentir desnuda y vulnerable. Sabía que no debería estar aquí afuera sola, especialmente con él, pero no podía obligarse a sí misma a volver adentro. Sabía que era un hombre peligroso, y eso no importaba. Todo lo que importaba era estar con él; la corrección que había regido su vida repentinamente significaba menos para ella que el húmedo césped debajo de sus pies desnudos.

Cuando lo alcanzó, permanecieron enfrentándose el uno al otro como adversarios, sin moverse ni hablar durante un largo momento que se alargó hasta que ella pensó que gritaría por la tensión que le generaba. Como el depredador que era, él la había estado acechando durante semanas, y ahora percibía, con certero instinto, que ella estaba a su alcance. Él puso sus manos sobre sus brazos, su toque ardiendo con vigor, y una sonrisa tocó ligeramente su dura boca cuando sintió su traicionero estremecimiento. "¿Piensas que te lastimaré?" le preguntó él, su diversión era evidente.

Ella se estremeció nuevamente. "Sí," dijo ella, mirándolo hacia arriba. "De una forma o de otra... sí."

La atrajo inexorablemente más cerca, hasta que su tenuemente vestido cuerpo descansó contra él y el calor animal de su carne disipó los escalofríos del aire nocturno. Automáticamente ella subió sus manos para que descansaran contra su pecho, y el tacto de los músculos duros como roca la hicieron contener el aliento. Ningún otro hombre que ella hubiera tocado alguna vez era tan duro y vital como este... este guerrero, cuya vida estaba basada en la muerte y la destrucción. Ella quería rechazarlo, volverle la espalda, pero estaba tan desvalida como una hoja en el viento para desafiar las corrientes que la llevaban hacia él.

Él rozó sus labios contra su cabello en un extraño gesto de ternura, uno que ella no había esperado de semejante hombre. "Entonces acuéstate conmigo," murmuró él, "y te mostraré el dolor más dulce de todos."

Se despertó de golpe, con los ecos de sus propios gritos aún demorándose en la oscuridad del dormitorio. Él lo había hecho; oh, lo había hecho. Ella yacía sobre su espalda, su camisón retorcido alrededor de su cintura, Oh no. Los últimos vestigios de la culminación aún palpitando en su ingle.

Puso sus manos sobre su cara y estalló en llanto.

The Lake / h.s✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora