Sanji no se ha salvado.
Luffy se vio obligado a partir para rescatar a los demás miembros de la tripulación que se encontraban en Wano.
Pero aguantará, sin importar si su destino era casarse con Charlotte Katakuri, la primera Sweet Commader de Big M...
Big Mom estaba feliz, había devorado más de la mitad del enorme pastel. Los demás invitados estaban contentos con las migajas, pero nadie se atrevía a quejarse o sus vidas se acortarían. La pareja fue lo más discreta posible. Después de todo, ya nadie pedía por ellos, finalmente se casaron, la alianza estaba hecha, ¿qué más se puede pedir?
El pastel estaba muy bueno, un verdadero manjar delicioso y si Sanji no tuviera deseos de morir habría pedido la receta para hacerlo más tarde.
Esperar. Eso fue lo único que pudo decirse a sí mismo. Ser paciente. No importa si dentro de diez años, Luffy cumplirá su promesa. Es Luffy después de todo, incluso muerto vendrá por ti, espera.
Estaba sentado frente a Charlotte Katakuri, alrededor de una mesa que era demasiado grande para sólo dos personas (pero considerando el tamaño de Katakuri, era bastante buena). Junto a él, Sanji era ridículamente pequeño. Hubo un silencio de muerte y ninguno de ellos se miró.
Qué situación tan miserable para un romántico como él. El que soñaba con un alma gemela, con un romance, con una pasión ardiente y un amor eterno... el mundo se reía de él.
Había hecho todo lo posible para ser un hombre valiente...
A medida que pasó el tiempo y se acabó la comida (Big Mom se la había comido toda), llegó el momento de despedirse de los invitados que habían tenido la presencia de ánimo de desear felicidad a la pareja:
"Alegría y felicidad para ti", dijeron.
"¡Que tu amor continúe por siempre!"
"Tener muchos hijos para alegrarnos la vida"
Sanji no pudo detener sus náuseas.
¡Dios, si dejara que este hombre lo tocara! ¡Preferiría cortarse la pierna! ¡Maldición para él!
El sol se estaba poniendo y no había mucha gente alrededor excepto la pareja y sus familias.
"Juez", dijo Big Mom mientras bebía un líquido recién exprimido de Smoothie, "espero que nuestras dos familias coexistan juntas en felicidad, alegría, riqueza y poder.
Sus palabras estaban dirigidas a Judge, pero Sanji podía sentir sus ojos sobre él, era como una advertencia para que dejara de tonterías.
Big Mom, la primera mujer a la que quiere pegar y la primera a la que odia tanto.
"No te preocupes Big Mom, esta alianza será larga y mutuamente beneficiosa".
Asquerosos, eran asquerosos.
"¡Mis mejores deseos para el matrimonio, hermano mayor!" dijeron los niños de Charlotte cuando vieron venir un carruaje.
Fue para la pareja. Que entrenador más bonito y perfecto para una boda llena de amor.
Si soportar esta ceremonia y las personas que lo rodeaban fue difícil, entonces lo que vendría después lo fue aún más: vivir con Charlotte Katakuri.
"Por favor, suban, Katakuri-sama, Sanji-sama" un guardia les hizo una reverencia.
Él montó primero, bajo la mirada apenada de Reiju y las risas divertidas de sus hermanos. Eso es todo... la parte más difícil apenas comienza.
Katakuri lo siguió y se alejó lo más posible en el enorme auto.
Silencio mortal, salvo el ruido que hacían los caramelos con los que jugaba.
La cortina se abrió a un lado, permitiendo que los ojos azules de Sanji vagaran por el paisaje de Sweet City. Por todas partes había carteles que decían: "¡Feliz boda Katakuri-sama y Sanji-sama!"
Todo estaba tan vivo... que infierno.
Y el ruido que hacía el hombre a su lado estaba empezando a molestarlo seriamente, pero no le daría el placer de hablar con él.
Ha decidido ignorarlo hasta que llegue Luffy.
Luffy... quién sabe lo que está haciendo. ¿Y los otros?
Espero que coman lo suficiente...
Muy rápidamente, la ciudad fue reemplazada por el bosque. Parecen dirigirse hacia una residencia aislada y esto no era del agrado de Sanji. Quién sabe qué quería hacerle este hombre, tal vez estaba tan loco como su madre. Si Katakuri quiere matarlo, no podrá escapar, si quiere violarlo, no podrá resistirse. Es un Sweet Commader, el más fuerte después de Big Mom... un monstruo.
La idea hizo que se le helara la sangre. Está totalmente a merced de este hombre de 5 metros.
"Joder..." murmuró sin querer.
El caramelo en esas enormes manos se detuvo por un momento, reflejando una reacción en el hombre que lo manipulaba, pero nada más después de eso.
***
Era una casa hermosa.
El bosque se extendía hasta allí pero dejaba una apariencia de jardín: no hay flores, muy pocos colores, pero era mágico.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las aredes eran básicas y, a diferencia de otras casas de esta isla, no estaba hecha de azúcar. La puerta también era normal, sin ojos ni bocas. No había objetos cantando cuando entró al salón.
Era tranquilo, pero agradable.
"Hay sirvientes, solo llámalos si los necesitas", dijo la voz profunda de Charlotte Katakuri, "puedes hacer lo que quieras".
Él no respondió y simplemente lo ignoró, pero estaba sorprendido por dentro.
¿Qué? ¿No lo va a encadenar en algún lugar de un sótano sucio como lo hizo su padre hace 13 años? ¿No tiene miedo de escapar?
Oh sí, así es... Su padre ya se había encargado del problema, ahora estaba tan acostumbrado a su peso en sus muñecas que se había olvidado de ellas: Sus pulseras explosivas.
"Las habitaciones están en el segundo piso, puedes elegir la que quieras y pedir que te lleven tus cosas allí."
Luego salió subiendo las escaleras.
Era como si dijera: No te preocupes, no te molestaré.
