Quiéreme( Sanji X katakuri)

Capítulo 4 : Panna Montata.

El tiramisú fue muy divertido, aunque parece tener una profunda admiración por Charlotte, por lo que Sanji tuvo cuidado de no ofenderla.

Después de salir de la cocina, ella le dijo que se volverían a encontrar mañana, tal vez:

"Sólo hay que llamar, lo suficientemente fuerte, para que venga alguien.

- ¿No siempre serás tú?

- No, somos cinco en total, nos retransmitimos. Es más probable que me encuentres por la mañana. No trabajo de noche.

- Tú no eres quien me vigila las 24 horas del día, así que...

- No te miramos todo el tiempo... Por ejemplo cuando estás en el baño.

- ¡Me alegro que no lo hagas! Aunque no me importa si me miras en el baño, ¡Tiramisu-chaaaaan!

- De ninguna manera... en algunos lugares de tu habitación también hay esquinas negras."

Después de eso, ella se fue.

Con el estómago lleno, se desplomó sobre su colchón, que no era tan cómodo como el de Sunny. Morfeo pronto se lo llevó con ella.

Fue gracias a los rayos del sol que despertó, menos cansado que el día anterior.

No tenía idea de qué hora era mientras se preparaba para salir en busca de algo de comer.

"¿Alguien en casa?"

Nadie respondió, en cambio escuchó una puerta abrirse.

Era esta habitación... la habitación de Charlotte Katakuri.

Quería regresar, pero su orgullo y el honor de Luffy habrían sido mancillados, así que se quedó como un tonto en medio del pasillo.

De hecho, era el Dulce Comandante saliendo de su habitación. Al verlo con su traje de cuero, Sanji no pudo reprimir un escalofrío de miedo que lo recorrió.

Katakuri solo lo miró antes de caminar por el pasillo y detenerse frente a los escalones con vacilación.

"Me voy por una semana", dijo con su voz profunda y luego desapareció.

Sanji comenzó a respirar normalmente nuevamente, hasta que su haki le indicó que había alguien detrás de él.

Al girar bruscamente, se encontró con unos ojos rojos como la sangre, lo que le hizo dar un paso atrás.

Estos ojos estaban rodeados de pelaje blanco, como los ojos de Chopper.

No era un ser humano frente a él sino lo que parecía un lobo.

"Uh..." dijo, todavía confundido.

¿Qué hacía un lobo aquí?

El lobo era de un blanco impecable, lo que hacía resaltar sus ojos color cereza. Su pelaje parecía muy suave. A Sanji no le gustaban los animales, pero este enorme perro era simplemente hermoso.

"Eres tan lindo... no tan lindo como Chopper, ¡pero eres lindo!

-...

- ¿De donde vienes? ¿Vives aquí también? ¡AH! pero eres un lobo, no puedes hablar...

-..."

Como para confirmar sus palabras, "Soy Sanji. ¿Viniste porque te llamé?"

- (Asiente)

- Eres uno de los que me mira así que... No te preocupes, no quiero nada... Sólo pensé en toparme con Tiramisú. ¿Tienes hambre?"

Esta vez Panna Montata asiente enérgicamente con la cabeza, como si esperara esto.