Cap.20🧶

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Jisung yacía en su cama, haciendo un mega berrinche a su alfa, su pancita de dos meses resaltaba apenas en el traje holgado que portaba ya que era de su alfa.

—¡Lee Minho! Ya te dije que no quiero, nuestro bebé quiere quedarse en casa— lloriqueo, haciendo a su alfa reír mientras acomodaba su corbata.

— ya te dije que sí no quieres no tienes que ir, amor no tienes que hacerlo — dijo, escuchando de inmediato un gruñido.

—¡Bien! Deja de arreglarte, y acuéstate conmigo — se acomodo, aunque su alfa no hacía lo que decía — ¡quedate conmigo! Nuestro cachorro también necesita un padre alfa— pataleo y empezo a tirar las almohadas de la cama.

— te harás daño-

— ¡Entonces quedate con nosotros! Si no te quedas... — lo pensó,lo simple de eso logró poner de los nervios al pobre alfa, cosa que lo hizo cancelar sus citas de inmediato y quitarse la corbata y el saco.

El aroma de disgusto de su Minino, cambió de inmediato a uno de felicidada, Jisung se subió a horcajadas en él y empezó a repartir besos por todo su rostro.

—¡bien! — lo abrazo fuertemente y pego su oído al pecho de su alfa para escuchar su corazón, fue algo que solo hizo, no lo pensó.

Últimamente escuchar el corazón de su alfa se convirtió en su momento favorito del día, y también recibir el doble o triple de atención y mimos que antes.
. — ¿Qué quieres hacer hoy? Podemos invitar a Hyunjin y Felix, o Changbin.

— No me apetece ver al imbecil de tu amigo, y mi hyung... No lo tomes a mal pero prefiero solo nuestros aromas en casa. —ronroneo al sentir un pequeño toque en su espalda.

— ronroneaste, que bello — Jisung mordió uno de sus peones por encina de la camisa blanca. —¡ay!

— yo no ronroneo y tampoco soy un omega de mimos ¿bien? — Minho asintió — genial, ahora sigue en lo que estabas.

Se acomodo y siguió recibiendo gustoso las caricias y besos, Lee amaba que Jisung se recostar a encima de él ya que en esa posición también podía sentir el bultito en su vientre, y no podía evitar llevar sus manos al lugar y acariciar con delicadeza.

Su cachorro esta a salvo, y será un lindo bebito que se parezca a su papi omega, aunque también se emocionaba al pensar a su bebé parecido a ambos.

— ¿a quien quieres que se parezca? — susurro viendo a su omega sacar su rostro de donde lo tenía escondido en su pecho.

— A mí — Lee sonrió y Jisung siguió hablando — tu eres muy idiota, eres muy Guapo pero tonto. Y mi bebito será como yo. — sonrió orgulloso.

—claro— rodo los ojos — Lee siempre es el imbécil.

— exacto, pero que no se te olvide que eres mí imbécil.

— ¿y que tal que se parezca a mi?

—no digas tonterías — puchereo.

Pasaron un buen rato entre charlas y risas, hasta que al omega le dio hambre y su alfa le preguntó si querían ir a comer a algún lado, aceptó por supuesto y fueron a un restaurante riquísimo.

Tomo muy delicioso a excepción del omega que los estaba atendiendo, el muy puto estuvo buscando cualquier excusa para acercarse en todo el rato y como Jisung todavía no tenía mucha pancita nadie noto su embarazo a excepción de por el ligero aroma a leche que solo su alfa podía oler.

— ¿Quieres postre, Minino? — tomo la mano contraria sobre la mesa y acarició, su omega estaba molesto. Y no sabía porque ya que toda la comida no despegó su vista del hermoso rostro de su michi enojon.

— quiero irme antes de partir le la cara a alguien. — siseo y se levantó, Minho sacó su billetera y no vio cuanto dejó de dinero gracias a que su esposo salió del lugar básicamente corriendo.

A unos cuantos pasos del lugar Jisung estaba caminando lentamente después de haber sentido náuseas al correr, Minho llegó y lo abrazo suavemente, cosa que inmediatamente lo tranquilizo.

Aunque su tigrecito gruñó al ver como el maldito resbaloso corrió sólo para alcanzar a su alfa.

—¡oye!

Minho volteo muy confundido, le hablara a su omega o a él ¿quien sabe? Iba a seguir caminando pero una mano en su hombro los detuvo.

— este es mi numero, llamame cuando quieras, eres un alfa muy atracti-

Rápidamente los brazos del alfa rodearon la cintura de su Minino y apretaron muy suavecito para no lastimar a ninguno de sus bebitos solo con la finalidad de que su esposo no asesinar a al omega desconocido.

— escucha, el es mi esposo y padre de mi hijo. Lo hiciste sentir incomodo, te agradecería si te fueras por favor.

El chico asustado por el omega de Tigre salió despavorido del lugar.

— ¡escuchame bien Lee Minho! Hoy duermes en el sofá.

Minino 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora