Soy cordobés

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Eran casi las tres de la tarde, momento en el que la mayoría de las personas se dirigían a casa o terminaban sus actividades de recuperación. Heungmin se preparaba para marcharse temprano.

Sin embargo, esa idea se desvaneció cuando escuchó el alboroto proveniente de la cocina, causado por sus compañeros de equipo.

Con un bufido, recogió sus cosas y se encaminó hacia el lugar del ruido.

Fue entonces cuando descubrió la causa de tanto bullicio.

Cristian estaba siendo filmado por el celular de Gio, rodeado de risas.

-¡Dale, dale, no seas cagón!- gritó entre risas, rodeado por sus compañeros, mientras hablaban sobre la acción de los dos argentinos, divertidos. - Dale amigo tenes que hacerlo si queres ser parte del equipo, cagas sino, no te voy a traducir nada si no lo haces.

Cristian llevaba puesto el uniforme de entrenamiento del club, de pie sobre una silla en el comedor, sosteniendo una botella de agua como si fuera un micrófono.

Son se quedó, por mera curiosidad. Los nuevos tenían que cantar una canción como una especie de iniciación para integrarse mejor al grupo, algo que él mismo había decidido hacer años atrás para hacer sentir cómodos a los recién llegados. Esto se debía a su experiencia en Alemania, donde había enfrentado burlas por su pronunciación en inglés o alemán, y por su apariencia asiática, algo que también había experimentado en Londres, aunque ahora más por parte de la hinchada rival que de los propios aficionados.

Estaba agradecido por lo que su anterior club le había dado, pero unirse a los Spurs  había sido como un abrazo cálido. Al principio fue difícil, pero se adaptó rápidamente. Su esfuerzo en los entrenamientos lo había convertido en una figura destacada del club junto a Harry y Dele, algo que lo llenaba de orgullo a él y, en especial, a su padre.

Apartando su propia historia, se sentía contento de tener un grupo relativamente unido que acogía de manera amistosa a los recién llegados. Le agradaba la reacción de todos al incentivar a Romero para que se integrara cantando.

Miraba la escena, concentrado en la mezcla de diversión y timidez en la cara de Cristian. 

Este se incorporó en la silla y miró a su amigo de selección.

"Me pregunto qué canción va a..."

"Soy cordobés, me gusta el vino y la joda Y lo tomo sin soda porque así pega más, pega más, pega más.... Soy cordobés y me gustan los bailes, me siento en el aire si tengo que cantar"

"De la ciudad de las mujeres más lindas Del Fernet, de la vida...."


Cristian echó un rápido vistazo a su público que se reía y animaba. Era una situación entretenida para él. No había imaginado que la tradición de cantar como iniciación se llevara a cabo también en Europa.

La canción que eligió fue una que la representaba totalmente, el viene de Córdoba y esta muy orgulloso de su provincia y sus raíces argentinas.

Además, al igual que Cristian, El Potro, uno de los cantantes de cuarteto más destacados, era hincha de Belgrano.

Sin embargo, al comenzar a cantar, se puso nervioso. Apenas había saludado a la mayoría de los presentes cuando llegó al complejo, por lo que decidió enfocarse únicamente en el celular de Lo Celso que lo grababa. Todo iba bien hasta que, en un momento, desvió su vista a la gente de su al rededor y se encontró con los ojos de Heungmin en la audiencia.

Este lo observaba atentamente, con una pequeña sonrisa en el rostro, lo que lo desestabilizó un poco. Ese simple gesto hizo que olvidara instantáneamente la letra de una canción que había cantado durante años. Solo pudo percibir cómo las carcajadas y los gritos se intensificaban, así que rápidamente volvió a mirar a la cámara con una risa nerviosa y continuó su canción, ganándose el aplauso de todos sus compañeros y los presentes.


Por otro lado, Son reconoció la canción, era inolvidable. Recordarla hizo que todas las imágenes le vinieran de golpe. Una noche en la que se sintió desapegado, un evento al que, para ser honesto, no tenía ganas de asistir.

Deseaba marcharse de allí, pero su rumbo cambió cuando sus ojos se encontraron con los cafés de uno de los presentes. La conexión fue instantánea, profunda, aunque en ese momento no le diera mayor importancia. Ese chico, más tarde, lo invitó a bailar.

Fue una sorpresa, nunca creyó que sería posible. Le dio la impresión de que a él no le importaba ser visto por los demás, solo deseaba bailar, nada más que eso.

Nada más.

Quién lo hubiera pensado, aquella canción que marcó su acercamiento, era la misma que ahora resonaba frente a sus amigos. A pesar de sentirse un tanto avergonzado, no podía negar que Cristian no lucía tan tímido como cuando bailaron juntos.

Se quedó estático a la distancia de la ronda del almuerzo, su mirada clavada en Cristian.

Los aplausos cesaron y los jugadores comenzaron a dispersarse, cada uno partiendo hacia sus hogares para descansar. Heungmin se tomó un momento más, observando cómo el grupo se disolvía gradualmente.

La mente del coreano divagó hacia aquel encuentro inesperado en la fiesta, un recuerdo que, sin que se diera cuenta, había dejado una impresión duradera y lo odiaba. Odiaba que a pesar de que ya hayan pasado muchos meses, la sensación de aquella noche era imborrable y su cuerpo se lo recordaba todas las noches.

Observó cómo Romero se movía con gracia entre sus compañeros, sintiendo algo en su pecho que no había reconocido antes. Había algo en él, algo que lo atraía, algo que lo había atraído desde ese encuentro casual y que ahora, frente a todos, lo mantenía cautivado. 

Era como si su presencia irradiara una energía singular, una que lo magnetizaba sin que él mismo entendiera del todo por qué. 

-Sonny, ¿quieres que te lleve a casa hoy?- Escuchó la voz de Dele a su lado.

No se había percatado de la presencia del inglés, por ello, al escucharlo, pegó un breve salto de impresión, lo que arrancó una risa al chico frente a él.

-¡Eh, yo...- tartamudeó, desviando la mirada hacia el argentino riendo y siendo molestado por su curioso canto. Le picaban las ganas de ir, de apartarse de esa situación e ir a molestarlo, dejando la invitación que le ofrecieron.

-Claro, vayamos- respondió finalmente, ajustando su bolso y caminando hacia la salida junto a Dele. Ignoró esos extraños pensamientos que invadían su mente, esos sentimientos confusos que se agitaban a su alrededor en presencia del cordobés. Se esforzó por desterrarlos de su cabeza, sin saber realmente qué significaban o por qué surgían en ese preciso momento.








VOLVI AL FIN, empecé vacaciones así que se vienen cositas ah

Bueno ya saben comenten, estrellita lo que más les guste, avisen si hay algun error y por último gracias por el apoyo que estoy recibiendo, la verdad no me canso de decir que lxs tqm <3

Nunca lo olvidé  /cutison/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora