Angie.

Treinta y dos.

Hoy, fue una de esas clases abiertas, esas en las que todos se expresan.

Todos hablaban de ti.

No se que me impulsó, pero alce la mano.

"Ella nos ha ayudado a muchos, tanto en grupo como a cada uno, y espero yo, de alguna forma, también haberla ayudado."

Con tantos comentarios hermosos, tu estabas llorando

Siempre has sido terriblemente sensible, Angie. Recuerdo la primera vez, que te hice llorar de felicidad.

Todavía me hace sonreír.

La chica enfrente de mi, con señas me decía, "Mírala a ella, no al piso."

Yo solo hablaba, y tu llorabas, de vez en cuando te miraba, y me encontraba con esos ojos color chocolate, que tanto me hacen soñar.

Yo podría haber dicho muchas cosas.

Pero ni hoy, ni mañana, ni nunca diré la mas importante.

"Me enamore de ti"

Quisiera, en serio quisiera.

Pero reaccionaras indiferente, Angie.

No será como en las putas películas, que solo la besa, y le dice que la ama.

¡ESO NO PASA, JODER!

Ya casi me voy.

Tengo miedo.

Voy a llorar un mar, solo por ti, en frente de ti.

Te amo, desde siempre y para siempre.