Buenos Aires, 2008
-Por favor Mauro déjame entrar. -pedia aquella pequeña niña.-
-Ya te dije que estoy con los pibes. -dijo el pre adolescente molesto.-
La niña hizo caso omiso y entro.
En esa habitación había tres niños los cuales ya conocía porque siempre que venia a casa de Mauro a comer estaba con ellos uno se llamaba Martín y el otro se llamaba Marcos.
Los niños sonrieron al ver a la niña entrar, sin embargo el morocho bufó pero lo dejo estar.
-Mira Mauro.-La niña le extendió un dibujo que ella había hecho.-
El niño miró el dibujo y sonrió, eran el y ella con sus familias disfrutando de una tarde de sol.
-Que lindo te quedo. -Respondió Martín.-
La niña sonrió y le dio un abrazo a Mauro para después irse.
-Parecen hermanos. -Dijo Marcos.-
-No, es mi mejor amiga, siempre estoy con ella desde que nació ya hace nueve años.- Le contradijo Mauro.
-Vos tenés cuatro años más, ella no puede ser tu mejor amiga. -Le volvió a insistir Marcos divertido.-
-Cerra la boca Marquitos.- Le respondió fastidiado el morocho.-
