—¿Mauro? —exclamé sorprendida.
Rápidamente se tapo la cara y metió todo lo que estaba consumiendo en el bolsillo.
—Déjame, vete. —dijo con vergüenza.
Como lo iba a dejar, tenia las pupilas muy dilatadas, estaba entre temblando y llorando. No lo iba a dejar así.
—Mau estate tranquilo, estoy acá ¿Que paso? —comente en mi mejor tono agachándome a su altura.
Nego con la cabeza un par de veces y yo lo abrace, tenia que estar enfadada pero verlo tan debil no me dejo.
Unos minutos después Mauro se calmo y me empezo a explicar.
—Cuando me fui, fui a hablar con Marquitos y Martin que hacia mucho tiempo que no los veia. Y entre cosa y cosa me dieron una nueva que se llama "Oxicodona" no se que me paso, yo esto ya lo tenia superado Mica porfavor no te enfades. —explico.
El problema es como no me iba a enfadar, pero estaba tan debil que no podia reclamarle de mi boca.
—Vamos a casa ya, Benja se quedo con tu mama a dormir. —hable mientas me levantaba y el hizo lo mismo.
Estaba decepcionada.
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A la mañana siguiente tenia a Mauro agarrandome de la cintura, no podia decirle nada por muy mal que me sintiera después de verlo tan debil.
—Perdón amor. —susurro él hacia mi oido. —Si me dejas me quebro. —volvió a decir haciendo que mi corazón se parta en dos.
—Fue un despiste Mau, no te voy a dejar. Se que sos fuerte y no vas a volver a entrar a ese mundo. —murmure.
Me pego mas a su cuerpo y me empezo a dar besos por todo el cuello.
—Te amo muchísimo Mica. —dijo con efusividad.
—Yo también te amo Mau. —respondí sonriendo.
Era perfecto.
