seis

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Micaela se encontró con Alejo en el café de siempre, y entre sorbos de café, la conversación se desvió hacia Mauro.

— Hace poco he hablado con Mauro sobre Benja. Siempre es agradable poder conversar sobre nuestro hijo —dijo Micaela, tomando un sorbo de su café con leche.

—Sí, se nota que ambos se preocupan mucho por él —respondió Alejo—. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si deberían ser más que solo buenos co-padres?

La pregunta de Alejo tomó por sorpresa a Micaela, quien frunció el ceño ligeramente antes de responder:

—A veces lo pienso, pero hemos seguido adelante con nuestras vidas separadas. Ambos tenemos parejas actuales y eso complica las cosas.

Alejo asintió, pero su mirada reflejaba una preocupación genuina mientras continuaba:

—Mica, entiendo que las cosas hayan cambiado, pero ¿alguna vez consideraste que tal vez lo que buscas está justo frente a ti? Mauro ha estado contigo desde siempre. Conocen cada parte el uno del otro. ¿Eso no cuenta para algo?

Micaela se tomó un momento para reflexionar sobre las palabras de Alejo. Él siempre tenía una manera de hacerla cuestionar sus propias percepciones. Después de un breve silencio, respondió:

—Quizás tengas razón, Ale. Hay algo especial entre nosotros, y no puedo ignorar la conexión que compartimos. Aunque nuestras vidas hayan tomado rumbos diferentes...

—A veces la vida nos muestra lo que realmente importa cuando menos lo esperamos —interrumpió Alejo, sonriendo con complicidad—. No cierres la puerta a algo que podría ser lo que realmente necesitas.

Micaela asintió en silencio, agradeciendo la amistad y la perspectiva que siempre obtenía de Alejo.

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Alejo se acercó a Mauro mientras compartían unas birras después de laburar.

—Che Mauro, ¿cómo venís?

—Tranqui, ¿vos qué onda?

—Mirá, estuve pensando en nuestra amistad y cómo se ha mantenido después de tanto tiempo.

Mauro levantó la mirada, curioso por lo que Alejo quería decir.

—Sí, pasamos por bocha juntos. ¿A qué te referís?

—Hablo de Micaela, boludo. La onda que tienen ahora, re buena, después de todo lo que pasó.

Mauro asintió, reflexionando sobre la relación actual con Micaela.

—Al principio fue re jodido, pero ahora encontramos un equilibrio que nos va bien a los dos, sobre todo por Benja.

—Impresiona ver cómo mantienen ese vínculo, después de todo el bardo que pasó. Mostraron una re linda madurez en cómo llevaron todo.

Mauro asintió, con una sonrisa.

—Totalmente. A veces las cosas cambian, pero la amistad real queda. Micaela siempre va a ser una parte importante en mi vida y está bueno poder tener esta onda de amistad con ella.

Alejo asintió, de acuerdo con Mauro.

—Es lo copado de las relaciones maduras, ¿no? Aunque cambien, si hay amor y respeto, siempre se puede encontrar un nuevo camino.

Mauro volvió a asentir, agradecido por la comprensión de su amigo.

—Exacto. Valoré tu perspectiva, Alejo. Gracias por estar siempre ahí.

—Claro, pibe. Siempre voy a estar. Esa es la posta de la amistad de verdad, ¿no te parece?

Mauro asintió por tercera vez.

Aun que Alejo intentaba ayudar, entre Mauro y Mica había una cosa que los demás no sabían.

𝐖𝐚𝐜𝐡𝐚 | DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora