El timbre de un teléfono que no reconozco me despierta .
-¿Quién es?- pregunto somnolienta mientras me estrego los ojos.
-¿Lucy?, ¿no tenías que estar en la entrevista a las 8:00?- pregunta Akira con tono de preocupación -¿sigues dormida?
Oh no... No de nuevo, por favor... miro el reloj de la mesita de noche, 8:05 a.m. ... ¡mierda!
-Akira, llama a Shun, dile que por favor venga a recogerme lo antes posib..
-El ya está aquí, ha estado esperándola quince minutos.
-Está bien, dile que bajo en 15 minutos- digo, le doy las gracias y cuelgo.
Me levanto a toda velocidad de la cama y cojo una de mis maletas, saco un vestido rosa claro difuminado, unas botas bajas café claro y una correa a juego, lo tiro en la cama y salgo corriendo zl baño.
Diez minutos después salgo bañada y desenredada y me visto. Agarro mi bolso con el celular adentro y salgo de la habitación.
***
-¿Crees que se enfaden?- le pregunto a Shun mirando por la ventana de la camioneta mientras nos dirigimos al despacho del mangaka, a Shun le han dado la dirección anoche.
-Realmente no lo sé... -me contesta distraído tratando de encontrar espacio entre los autos.
-¿Qué hora es?
-Las 8:30- me responde mientras estaciona la camioneta al lado de una acera –ya llegamos, cuando necesite que la recoja solo llámeme –me dice y saco de su bolsillo una tarjeta con unos números escritos, asiento y me bajo del auto – suerte Lucy –me dice y se despide, yo le sonrío, me despido con la mano y cierro la puerta de la camioneta.
Camino lo más rápido que puedo hasta la entrada del edificio.
-¿Lucy Prescott Stone? – pregunta una voz de atrás mío, me vuelvo y veo a un tipo alto con el cabello mono y los ojos rasgados café claro, es bastante guapo.-La estaba esperando señorita Prescott, soy el representante del señor Fukushima, Riku Susuki; llega tarde – me dice con una sonrisa.
-S... si yo lo siento- digo con voz temblorosa.
-Oh no, no se preocupe, ¿entramos?- dice señalando el interior del edifico
Asiento y comienzo a caminar hacia el ascensor, el interior del edifico es muy moderno, lleno de pequeñas lamparitas colgando del techo y adornos florales.
Llego al ascensor al lado de Riku y este presiona el botón para que baje, cuando las puertas del ascensor se abren y entramos Riku saca unas llaves y las inserta en el tablero del ascensor, al lado del número 801, el último piso; el único penthouse.
Cuando el ascensor llega al piso noto que no ha llegado a un pasillo, sino que ha llegado de una vez al interior del apartamento. Riku baja y me invita a entrar, el interior del apartamento es igual a la recepción, grande, espacioso y muy modero y elegante. Sigo a Riku que cruza la estancia y la cocina y llega al frente de una puerta marrón oscuro cerrada. Toca la puerta y no responden, vuelve a tocarla y pasa lo mismo. Pone los ojos en blanco y dice casi gritando:
-¡Fukushima abre de una vez, ya hablamos de esto!
-No quiero, no voy a abrirte a ti y a esa estúpida "periodista", ¿de verdad crees que me voy a rebajar a tal nivel de estar hablando con sucias becarias que ni siquiera pueden llegar puntuales a una cita de trabajo con una persona tan importante y ocupada como yo?, ni muerto Sasaki. –Pero, ¿qué ha dicho?, ¿quién se cree que es este tipo para llamarme "estúpida" y "sucia becaria"?, después de todo lo que he hecho para venir a entrevistar a este tipo desde Londres... que le den a ese engreído.
Susuki me mira, saca rápidamente las llaves de su bolsillo y abre la puerta. Me quedo a un lado aún pasmada por las palabras tan duras de ese tipo, ni siquiera quiero verlo a la cara.
-¿Qué mierda crees que haces Fukushima?, ¿no sabes que ella ha venido desde Londres solo para entrevistarte? Y ¡ni con eso te comportas!- oigo que grita Sasaki dentro de la oficina, también escucho unas risas después.
-No, ¡no me voy a comportar porque tú no puedes darme órdenes!, ¡soy Haru Fukushima, la persona más importante de esta mugrosa ciudad!, ahora ¡Lárgate de aquí con esa maldita empleada de segunda o te despediré!-dice y todo se queda en silencio, unos segundos después sale Riku con el señor fruncido y dice con me dice con las dientes apretados:
-Parece que el señor Fukushima está ocupado en este momento-me mira con gesto de preocupación –lamentamos haberle hecho perder su tiempo.
-Está bien, pero ¿podría entrar un momento a hablar con él?-pregunto y el me mira sorprendido.
-Pero, después de que le haya dicho tales cosas..
-¿Podría? por favor – Vuelvo a preguntar y él sonríe.
-Está bien –dice y se va.
Agarro la manija de la puerta y tomo aire, la giro lentamente, levanto la cabeza y miro sorprendida a la persona que está a mi frente, sentado en un escritorio lleno de papeles mientras parece que está leyendo algo.
Esta persona es Haru Fukushima, el mismo que me hizo viajar de Londres a Tokio solo para entrevistarlo, y el mismo que acaba de dedicarme tales palabras tan ofensivas... este hombre de cabello negro oscuro y perfectamente desordenado, de ceño fruncido y ojos negros y rasgados, de piel blanca y unos labios rosados y definidos, es la primera vez que me sorprendo al ver a una persona por primera vez de tal manera, es totalmente... indescriptible. Esta persona es única, perfecta.
Su cara de sorpresa es igual de la mía cuando levanta la cabeza y me mira. Parece que no esperaba que yo entrara. Se levanta de su escritorio sin dejar de mirarme con gesto de sorpresa y yo sigo ay, plantada al piso. Su gesto pasa de sorpresa a enfado cuando dice:
-¿Qué haces tú aquí?, ¿Quién te dijo que podías entrar?
-Yo... yo... - me quedo callada, creo que aún no salgo del trance que me ha provocado.
-¿¡Eres tan estúpida que ni siquiera sabes hablar!?- me grita furioso.
Sacudo la cabeza y grito:
-Y, ¿¡A ti que mierda te pasa!?- abre los ojos como platos, su cara de sorpresa es tal que empiezo a creer que nadie en toda su vida lo había confrontado.
-¿Qué has dicho maldita?- dice con un aliento de voz y camina rápidamente hasta quedar frente a mí.
-¡Ya me escuchaste, no puedes tratar así a la gente!
-¿¡Y quien eres tú para darme ordenes!?
-¡No son ordenes, es solo moral!, ¡no puedes hacer lo que se te venga en gana con la gente!
-¡Yo puedo hacer todo lo que quiera! ¿Acaso no sabes quién soy yo?
-¡Sé muy bien quién eres tú, así que no eches ese discursito de nuevo!-grito con la poca paciencia que me queda evaporándose rápidamente.
-¿Entonces por qué eres tan insolente? -me pregunta bajando el tono de la voz y dando un paso hacia mi confundido. Vaya cambio de humor, decido también suavizarme un poco.
-No estoy siendo insolente, solo que no me gusta que una persona trate así a otra –lo miro a los ojos –Nadie es más importante que nadie, nadie tiene porque tratar tan bruscamente a nadie, entiende que a las demás personas les afecta eso, por eso no puedes ser tan malo con la gente, Haru. – Le digo, tengo un dolor de cabeza terrible y aún estoy mareada por gritar tanto.
-¿Haru?- pregunta y vuelve a fruncir el ceño.
Pongo los ojos en blanco.
-Disculpe señor Fukushima pero no quiero discutir otra vez solo por eso. Cuando esté dispuesto a que le haga la entrevista, solo llámeme.
Digo y salgo de la oficina.
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Stay with me
RomanceLucy es una periodista principiante y muy distraída a la que le asignan el trabajo de entrevistar a Haru, hijo y heredero de el dueño de "Fukushima Holdings Inc", y reconocido mangaka en Japón. Poco a poco Lucy ira descubriendo el lado bueno del mal...