CAPITULO 10

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-Pablo quédate hoy a dormir- le dije después de separarnos del beso.
-Elena me encantaría pero ¿no le molestar a Sofia?
-No tranquilo, ademas Sofia ya estará dormida y le caes muy bien.
-Esta bien-
Nos bajamos del coche y entramos a la residencia, como ya le había dicho a Pablo, Sofia estaba dormida así que Pablo y yo entramos a mi cuarto
-Anda Elenita que cuarto mas bonito tienes ¿no?
-Bueno tampoco tengo muchas cosas- Pablo fue hacía mi mesilla donde se encontraba un marco de color negro que portaba la misma foto que Pablo tenía en su mesilla.
-Es una foto muy especial y siempre que estoy triste la miro y me calmo.
Pablo me agarro de la cintura y me beso, pero no fue igual que los otros este era mas fogoso, yo pase mis brazos al rededor de su cuello, el se sentó en la cama y yo encima de sus piernas, Pablo metió sus manos debajo de la camiseta que llevaba acariciando mi espalda produciéndome un escalofrío.
-Elena si quieres paramos- Dijo Pablo apoyando su frente en mi frente.
-Mejor vamos a dormir estoy muerta- Pablo me sonrió y me dio un pico cerrando este momento.
-No tengo ropa de chico evidentemente pero voy a la habitación que tenemos de lavandería haber si encuentro algo, espera en aquí y ahora cuando estemos más cómodos te enseño la casa.
Salí de la habitación y me dirigí hacia la habitación que tenemos destinada a la lavadora y el tendedero y busque algo para Pablo, solo pude encontrar un pantalón corto de deporte que me supongo que sería de Raul. Ya con la el pantalón entre a la habitación y Pablo estaba mirando las fotos que tengo en la pared.
-No he encontrado camiseta, pero si un pantalón corto
-No pasa nada, suelo dormir sin camiseta si no te importa claro- dijo Pablo rascándose la nuca.
-Si me dejas tu camiseta para dormir, te dejo dormir sin camiseta-Le conteste yo a modo de broma
Salí de la habitación para dejarle intimidad a Pablo, me apoye en la puerta y sonreí tontamente, un rato después el abrió la puerta y me tendió la camiseta repitiendo lo que había echo yo. Me puse la camiseta que me quedaba por encima de las rodillas y abrí la puerta Pablo me miro de arriba a abajo yo me sonroje.
-Venga ven que te enseño mi humilde morada- Pablo me agarro de la cintura y juntos caminamos por toda la habitación mientras que yo le enseñaba todo.
Después de enseñare la habitación Pablo y yo volvimos a mi cuarto, puse una pelicula pero apenas la vimos, ya que nos pasamos el rato besándonos y acariciándonos, Pablo dejo algunas marcas en mi cuello cosa que yo repetí. Nos quedamos dormidos abrazados.
A la mañana siguiente sentí unas caricias en mi abdomen así que abri los ojos para quedarme enfrente de el propietario de las caricias
-buenos días preciosa, ¿que tal has dormido?-pregunto Pablo acercándome a el dandome un pico
-muy bien he dormido como un bebe ¿ y tu que tal has dormido?-le pregunte yo
-ojalá dormir así todos los días
Yo me levante de la cama y después lo hizo Pablo, juntos nos dirigimos a la cocina, como Sofia aun estaba dormida por lo que nos levantamos a hacernos el desayuno, preparamos café y tostadas. De mientras comía mis tostadas notaba una mirada permanente.
-Tengo algo en la cara?- Pregunté confusa
-Si, tienes una cara preciosa- contesto Pablo
Y justo en ese momento apareció Sofia
-Uy si tenemos invitado- dijo Sofia mirando a Pablo que se rascaba la nuca incómodo por la situación.
-Ya veo, jauja, voy a vestirme, espero que me hayáis echo café por lo menos-  Sofia se fue a su cuarto a cambiarse y Pablo y yo seguimos desayunando, después nos cambiamos y Pablo se tuvo que ir a entrenar así que le acompañe a la puerta y se despidió de mi con un pico.
A la tarde estuve estudiando un rato hasta que me escribió Pablo diciendo  que los chicos iban a cenar en un restaurante y que luego iban a ir a un reservado y que si queríamos ir, nosotras les dijimos que si.
Nos arreglamos y Pablo nos vino a recoger, Sofia vio las intenciones de Pablo así que se metió en el coche no sin antes guiñarme el ojo.
-Elena estas guapísima- Pablo me agarro de la cintura y me atrajo hasta el
-Tu tampoco esta nada mal- Bese sus labios en un beso suave que luego Pablo intensifico.
-Vamos que Sofia está dentro- Dije yo entrando al coche.
Cenamos en un restaurante muy bonito y luego nos fuimos a la discoteca donde estaba el reservado, en el estaban Gavi, Eric, Pedri, Paula Y Ana.
La noche estaba siendo genial, Sofia y Eric estaban bailando muy pegaditos, por lo que vi ellos tenían una conexión muy fuerte, Pablo y yo también bailábamos y de vez en cuando a Pablo se le escapaba un pico, pero una voz nos sacó de nuestra burbuja de amor

Amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora