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Minjeong.

Diez largos años habían pasado desde que Jimin se fue, me había dejado completamente sola y a medida que pasaban los años, fui escondiendo el dolor que me causó su partida y solo traté de seguir con mi vida.

Al principio fue difícil acostumbrarme, solía esperarla en nuestro escondite por horas con la esperanza de que volvería, pero no fue así, ella jamás volvió a cruzar aquella puerta. Por alguna razón no permití que alguien más se acercara a mí, siempre esperé por ella, lo había prometido y confié en eso, mantuve la esperanza cada día. Solía decirle a mi padre que Jimin siempre sería mi mejor amiga y mi enamorada pero él solo decía que era una locura, era tonto desde su punto de vista, pero mi madre siempre entendió mi situación. Con el tiempo comencé a olvidarlo todo o mejor dicho, comencé a guardar todos los recuerdos en lo más profundo de mi mente y mi corazón.

La idea de que Jimin fuese mi enamorada me pareció graciosa, ni siquiera lo sabía, ¿Qué era el amor? ¿Qué era el amor para nosotras en aquel momento? Era una tontería porque no lo sabíamos. Pero ahora podía darme una idea de lo que era ese sentimiento, tal vez lo hacía y sin duda Jimin era mi tipo ideal para ser mi enamorada. Pero ella ya no estaba, se había ido y pensé que nunca volvería a verla.

Hasta ese día.

Cuando Yoon comenzó a discutir con aquella chica en la calle ni siquiera había notado su presencia, tampoco me importó aquel grupo frente a nosotros... Hasta que ella habló nuevamente y aquella pulsera cayó en pequeñas piezas en el suelo, de inmediato la reconocí y mi corazón enloqueció, pero no lo demostré, no fue el mejor momento y cuando se fue, recogí todas las piezas del suelo sin tomar en cuenta la mirada de algunas personas y las guardé. Sin duda era ella, ¿Quién más podría tener la pulsera con nuestros nombres? Jimin había vuelto.

La segunda vez que la vi me sorprendí enormemente, ¿Qué hacía allí? Estaba justo enfrente del lugar en el que solíamos jugar durante horas. Prometí que siempre cuidaría de nuestro escondite y eso hice. Pero no tuve la valentía de decirle quién era, ¿Para qué? Ella ni siquiera me había reconocido y preferí no hacerlo y solo me fui. Sin duda había cambiado, su pequeño rostro y su inocente voz ya no estaban, le habían dado paso a aquella hermosa mujer de postura firme y voz clara.

Gracias a Jaehyun, un molesto chico que siempre trataba de obtener mi atención, supe que Jimin regresó a Corea para el concurso de arte que habría dentro de un mes, él también iba a participar, le gustaba pintar y conocía todas las movidas en el área del arte, incluso a algunos concursantes y Jimin fue la única persona que llamó su atención ya que al parecer había ganado un concurso estando en Francia e incluso me mostró una imagen de lo que fue su pintura y sin duda, se mereció el primer lugar.

Era un evento del que muchos hablaban y me sentí feliz de que siguiera su sueño. Estaba feliz por ella.

— Winter, ¿Estás escuchándome?

La voz de mi profesora me sacó de aquel mundo de los recuerdos y la miré.

— ¿Eh?

— Tu postura no es buena. Más firme. —dijo con voz dura.

— Disculpe...

— No quiero tus disculpas, ¡Nuevamente!

Yo solo asentí con mi cabeza y obedecí. Las clases de ballet me habían ayudado mucho durante todos estos años y ahora era algo que sin duda me apasionaba y no podía dejar de hacer.

Amaba bailar, distraía mi mente por completo.

Caminé por los pasillos de la academia, envuelta en mis pensamientos nuevamente hasta que sentí que alguien tomó mi mano y mis pasos se detuvieron en ese momento.

— ¿Por qué tanta prisa? —preguntó Yoon con una sonrisita en sus labios.

— No tengo prisa, solo...

— Por poco y sales corriendo, Winter, ¿O sueles caminar así?

— ¿Sabes dónde está Ningning? —pregunté de vuelta sin siquiera responder a su pregunta y me solté delicadamente de su agarre.

— Oh... Está follándose a su novia en uno de los baños. —respondió con simpleza al mirar sus uñas y volvimos a caminar.

  — Ya...

—¿Por qué? ¿Ocurrió algo?

— Necesitaba hablar con ella, es todo.

— ¿Y conmigo no? —su voz sonó un poco ofendida y sonreí mientras negaba— Pues lamento no ser Ningning.

— Sí, bueno... Ya ves que tenemos tiempo, así que... ¿Te gustaría hacer algo ahora? —pregunté de manera directa y Yoon sonrió, entendiendo mi mensaje a la perfección.

— Aquí hay muchos salones vacíos. —sugirió mientras mordía sus labios.

— No quiero hacerlo en un salón, Yoon, la última vez por poco nos descubren gracias a tus ruidos.

— ¿Y quién fue la culpable de esos ruidos? —acarició mi brazo con la punta de sus dedos y volvió a sonreír— Es que... Lo haces muy bien y lo sabes.

— Vámonos. —tome su mano con firmeza y nos fuimos de aquel lugar. Sin duda su departamento sería la mejor opción. El mío no estaba en las mejores condiciones por los momentos.

Yoon y yo éramos amigas, pero a veces simplemente nos gustaba ayudarnos con ciertas... Cosas. Nos usábamos de esa forma y muy poco nos importaba porque ninguna buscaba algo serio en esos momentos. Además, yo no era la única persona con la que ella se acostaba, también estaba Seeun, la chica más popular de nuestra academia y yo estaba segura de que a veces me usaba para darle celos. Aunque tampoco me importaba.

Pero aunque odiara admitirlo, la necesitaba, necesitaba a Yoon en ese preciso instante, quería distraer mi mente y olvidar los tantos recuerdos que habían vuelto, incluso a la chica que regresó con ellos.

Yu Jimin.

black&white / winrina ࣪𖤐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora