black&white / winrina ࣪𖤐

07

Jimin

—¿Quién eres? ¿Qué estás haciendo?

Mi cuerpo se tensó al oír aquella voz.

Mierda. Mierda. MIERDA.

No quise voltear, me encontré muy conmocionada y abrumada de un momento a otro por los tantos recuerdos y traté de secar mis ojos con el dorso de mi mano, no quería que una desconocida me viera así por solo mirar una puerta. Respiré profundamente y fui girando mi cuerpo de forma lenta, llevándome la gran sorpresa de que era la misma chica de la noche anterior, la única diferencia era que su ceño esta vez estaba muy fruncido.

— ¿Acaso no hablas? —preguntó mientras cruzaba sus brazos, su acción me pareció algo intimidante.

— Yo... Lo lamento, solo...

— ¿Vives por aquí? Si no es así no puedes estar aquí.

Preferí callar, aquella chica frente a mí no dejó de mirarme, al parecer estaba enojada y yo solo traté de parecer calmada ante la situación, incluso me permití observarla con más detenimiento. La forma de sus ojos, su nariz, sus finos y rosados labios... Todo me pareció sumamente conocido y moví un poco mi cabeza sin dejar de mirarla, noté su incomodidad pero aún así no dejé de hacerlo. Incluso aquellos lunares en su rostro, su mirada seria cuando comenzaba a enojarse... ¿Acaso esa chica era...?

— Por favor, te pido que te vayas y dejes de mirarme así. —habló en ese momento, interrumpiendo mis pensamientos y suspiró.

— ¿E-eres...?

— ¡Winter, ya vámonos!

¿Winter? Maldije en voz baja, no era ella. La chica volvió a mirarme y sin más corrió hacia el auto que estaba a unos metros de nosotras, era el mismo grupo. Los perdí de vista cuando doblaron la esquina y suspiré con fuerza mientras me iba de aquél lugar.

Sin duda, eran sumamente parecidas pero tal vez eso era una simple coincidencia y además, su nombre era la clara respuesta de que me había equivocado de persona.

•

— ¿Dónde estuviste? Maldición, el profesor Choi te está buscando. —dijo Yunjin con voz enojada y tiró de mi brazo mientras caminábamos— ¡Date prisa!

— ¿Por qué? ¿Ocurrió algo? —pregunté muy confundida mientras me dejaba guiar.

— Habrá una exposición de arte esta tarde, quiere que tú vayas con él, la profesora Hwang y Ryujin para que puedan inspirarse o qué se yo. Él sabe que nosotros no somos tan buenos como ustedes y por eso le vale si vamos o no. —dijo, algo ofendida y nos detuvimos repentinamente— Yu, si alguno de nuestra academia gana, sería una gran oportunidad, la más grande de todas.

Eso lo sabía perfectamente. Pero también sabía que la mayor carga estaba en mis hombros y no quería decepcionarlos, habría muchos concursantes, incluso con mucho más talento que yo y eso me aterraba.

Yunjin se fue cuando el profesor Choi se acercó.

— Supongo que tu compañera ya te contó. —dijo mientras sonreía— No perdamos tiempo, vamos.

Lo seguí y logré ver a Yeji de pie junto con Ryujin, ambas reían y hablaban sobre algo muy cómodamente. Era extraño, la chica de piel morena nunca se comportaba así cuando estaba con nosotros, no decía más de cinco palabras en una oración, ni siquiera sonreía pero al estar con Yeji lo hacía, incluso como si se conocieran de años.

Entramos al auto, Yeji ni siquiera me miró durante todo el trayecto, su actitud era distante y eso de cierta forma me quitaba todos los ánimos de encima, ¿Seguía enojada por lo ocurrido? Pensé que eso ya estaba aclarado, pero tal vez me equivoqué.

Treinta minutos después llegamos al museo de exposición, el cual estaba repleto de personas esperando afuera. Nos acercamos y justo en ese momento las puertas se abrieron permitiéndonos la entrada.

El lugar era hermoso, había más de treinta pinturas colgadas en la pared, todas muy distintas pero con el mismo propósito, podía sentir lo que todas transmitían, el arte de los colores, incluso cada pequeña línea trazada con mucha delicadeza y precisión.

— Sabía que te gustaría.

— ¿Tú tuviste la idea? —pregunté al mirarla.

— Leí sobre la exposición y me pareció buena idea. —encogió sus hombros mientras sonreía.

— Yeji...

— Profesora Hwang, mire...

Yeji volteó al escuchar aquella voz y sonrió nuevamente, incluso su sonrisa fue más amplia y sin más fue hacia Ryujin, la chica sonreía también mientras señalaba una de las pinturas. Su rostro lucía emocionado. Pero mi ceño se frunció de inmediato, Yeji desde que llegamos había permanecido más tiempo con Ryujin que conmigo.

Decidí ignorar aquella sensación de celos, volví mi atención a todo lo que estaba a mi alrededor y comencé a pasear por el lugar yo sola. Pero noté un grupo de casi diez personas, todos formaban un pequeño círculo y me acerqué, notando inmediatamente a un chico, el cual dibujaba sobre una hoja algo que no logré divisar muy bien.

— Es muy bueno.

— Y también es guapo...

Escuché a algunas chicas susurrar y me acerqué un poco más, su dibujo era solo en blanco y negro, era algo... Casi realista. Estaba dibujando a una persona, pero al parecer esa persona ni siquiera lo había notado porque estaba a una poca distancia de nosotros. Aquella chica volteó y sus ojos se encontraron justamente con los míos por unos pocos segundos y sentí que dejé de respirar. El chico se levantó repentinamente y se acercó a ella mientras sonreía. Hablaron durante un momento y caminaron hacia la salida sin más, pero antes de irse, aquella muchacha volteó y volvió a mirarme antes de perderme de vista.

¿Acaso debo encontrarme siempre con ella? ¡¿Por qué?! Su simple presencia me llenaba de frustración, eran sumamente parecidas, pero... Ella era Winter y no Minjeong.

— Jimin, vamos.

Ryujin habló detrás de mí y yo solo asentí con mi cabeza, distraída antes de salir.

Cuando llegamos al hotel, bajé del auto rápidamente y fui a mi habitación, las chicas no estaban y agradecí mentalmente que fuese así. Tomé mi cuaderno y me dejé caer en el sofá mientras comenzaba a trazar líneas sobre el papel, no me detuve en ningún momento, dejé que mis ideas tomaran las riendas de todo el asunto.

Minjeong. Winter. Minjeong. Winter. Minjeong. Minjeong. Minjeong. Minjeong.

¿Era una broma? No podía existir tanta similitud entre dos personas y Minjeong nunca me habló sobre tener una hermana gemela, ¿Podía ser ella? De ser así, ¿Me habría reconocido? ¿Me estoy volviendo loca? Mi pecho se apretó, fue una sensación extraña. Minjeong había sido mi mejor amiga, mi única mejor amiga, la única persona que estuvo conmigo y haberla dejado sola era algo que aún no podía perdonarme, había intentado borrar los recuerdos con ella porque me lastimaban, pero en ese entonces era solo una niña y ahora podía pensar las cosas claramente y sé que nunca podré encontrar a alguien como ella. Quería a mi mejor amiga de vuelta, siempre sentí aquel vacío en mi pecho, me sentí sola durante todos estos años y eso fue algo que nunca quise aceptar...

Hasta ahora.

Detuve mis manos rápidamente, la punta de mi desgastado lápiz terminó partiéndose y solo escuché aquel ruido en la enorme sala. Respiré profundamente y cerré los ojos durante algunos minutos, tratando de calmar mis pensamientos y respiración. Abrí mis ojos nuevamente y bajé la mirada hacia el cuaderno que estaba en mis piernas. Mi pecho volvió a apretarse en ese momento.

Había dibujado a Minjeong, su hermoso rostro estaba plasmado en aquella hoja en blanco y negro.