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Jimin, 10 años después.

Caminé de forma decidida hasta adentrarme en aquel enorme edificio, aquel que terminó convirtiéndose en mi escuela de arte. Muchos estudiantes van y vienen y yo solo trato de ocultar mi sonrisa al verlos tan apresurados por llegar a sus próximas clases. Solo son las 9:00 de la mañana y debo agradecerle a mi despertador el haberme levantado a tiempo, de no ser así estaría igual o peor que todos a mi alrededor. Siendo franca, me llevaría a cualquier persona por delante con tal de llegar a tiempo a mis clases.

Entré al salón luego de algunos minutos y noté de inmediato que la mayoría de mis compañeros posaron su mirada en mí, algunos sonrieron, no muy sinceramente, pero agradecí a aquellos que me mostraron una sonrisa un poco más amigable. Yo solo traté de hacer lo mismo hasta llegar a mi puesto de trabajo. De cierta forma me parecía incómodo, desde que gané el concurso de arte era el punto de observación de casi todos en la academia.

Que molesto.

9:15am, sigue siendo temprano, de cierta forma; aún quedan algunos minutos para que la profesora haga su aparición y para matar el tiempo simplemente comencé a revisar mi celular y sonreí sin pensarlo, ¡Muchas notificaciones! Desde hace días mis fotos habían conseguido muy buenos comentarios, después de todo, solo subía fotografías de algunos de mis cuadros y debo decir que se sentía bastante bien que a muchos les gustaran... Pienso que no soy tan mala en lo que hago.

— Espero que hayas visto mi comentario.

Solté una pequeña risa al escuchar aquella voz y volteé mi rostro lentamente hasta encontrarme con aquella chica, la cual me miró con una angelical sonrisa en sus labios y acaricie su mejilla antes de contestar.

— Si te soy sincera, hermosa... Ni siquiera lo he leído. —dije de forma burlona.

— ¿En serio? —preguntó, muy ofendida antes de añadir— ¡Entonces no volveré a comentar nada!

— Es broma, no te enojes. —comencé a reír por su mirada completamente seria y llevé mis caricias hacia su cuello, lentamente.

— Jiminnie, a veces eres una tonta...

Justo en ese preciso momento me importó muy poco la mirada de mis compañeros, al contrario... Sabía que muchos me tenían envidia porque tenía a aquella hermosa mujer frente a mí y a decir verdad, me encantaba la idea de que fuese solo mía.

¡Y-Yeji, vamos!

Escuchamos a Ryujin desde la puerta, la chica agitó su mano un poco avergonzaba, supongo que notó nuestro comportamiento también y Yeji con una mirada le dio a entender que pronto iría. Me alejé de ella mediante un suspiro e hice una mueca por la interrupción del beso que estuve dispuesta a darle.

— Quite esa expresión, alumna Yu. —comentó mediante un mohín y antes de levantarse del asiento que estaba a mi lado, dejó un corto pero suave beso sobre mis labios.

— Sé que no me besas como se debe por...

— Sabes que no puedo hacerlo, al menos aquí no... —me interrumpió mediante un susurro.

Sonreí como tonta hasta perderla de vista, Yeji solía llamarse a sí misma "Mi primera admiradora" sus comentarios nunca faltaban en mis fotos, siempre era la primera en hacerlo, desde que empezamos nuestra relación, justo hace un año y medio para ser exactos.

Admito que cuando llegué, todo fue completamente distinto, difícil también sería la palabra correcta, pero Yeji me ayudó a integrarme desde que la conocí, nos llevamos bastante bien desde el primer momento y gracias a ella logré obtener el primer lugar en el concurso de arte hace menos de dos semanas, pero no solo porque era su novia, sino porque me tomó como su aprendiz cuando entré a la academia, sus clases de pintura fueron realmente buenas... Pero luego de algún tiempo, fueron aún mejores gracias a mis incontrolables sentimientos y enormes ganas hacia ella.

black&white / winrina ࣪𖤐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora