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🏹💗 chapter 1: 𝕮𝖔𝖒𝖎𝖊𝖓𝖟𝖔
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PARA KATNISS Y PEETA TODO ERA NUEVO DENTRO DE AQUEL tren, platos rellenos de bocadillos que variaban desde frutas hasta postres. Aunque les asustaba un poco la mujer frente a ellos que hablaba alegremente, Effie.
—Debo buscar a Haymitch, debe estar metido en el bar. —la de cabello extravagante se levanto y camino hacia la puerta.
Ambos adolescentes observaron como la mujer salía del vagón, quedaron solos y compartieron algunas palabras hasta que un hombre de unos 30 y tantos años apareció con una chica pelirroja tras él.
—Habló enserio mitch, debes dejar de tomar —la pelirroja le riño al mayor.
—No te preocupes tanto por eso, reina —el mayor meneo su mano restándole importancia.
Peeta y Katniss observaron con confusión a ambos, la pelirroja se giró hacia ellos en cuanto noto su presencia. Peeta la estudio de arriba hacia abajo, camisa sin mangas y escotada de color negro, una falda corta de color rojo y unos zapatos del mismo color.
—perdonen mis modales —la de ojos verdosos se sentó frente a los chicos—, soy Zhapyra, ustedes deben ser Katniss y Peeta.
La pelirroja llevo su mirada de la chica hacia el chico, era guapo, aunque aún tenía cara de infante ante los ojos de la pelirroja. Rubio, de ojos celestes, pálido y levemente musculoso.
—El viejo amargado es Haymitch —señaló al hombre que buscaba los hielos para su bebida.
—¿Tú eres nuestra, tutora? —Katniss observó con un brillo de esperanza a la pelirroja, ella se veía más decente que Haymitch.
—Me encantaría pero no cariño —la pelirroja acomodó su cabello mientras mitch se sentaba a su lado.
Disimuladamente observó a Peeta, él cual aún la observaba, le sonrió con en cuanto sus ojos se conectaron y apartó la mirada de él.
—¿Cómo podemos tener patrocinadores? —Ketniss preguntó un tanto ansiosa.
—Tranquila, para eso debes hacer muchas cosas, un tantos sencillas —Haymitch bebió de golpe su trago.
—¿Cuanto tardara todo esto? —volvió a interrogar.
—Katniss...
Peeta trató de calmarla pero fue en vano ya que la chica de cabellos negros se notaba molesta, y un tanto ansiosa tal vez el estar lejos de casa la agobiaba un poco.
—Por esto odio a los chicos —Gruño el mayor caminando hacia la puerta del vagón.
—Maldito anciano —gruñi por lo bajo mientras él salía de la cabina.
—Escuche eso muñequita.
Grito desde el otro lado, mire nuevamente a los chicos sentados frente a mi, estaban callados y se notaban un poco incómodos.
