Reed Queen; Peeta M.

03

LA PELIRROJA, UNA AZABACHE Y UN RUBIO CASTAÑO SE encontraban sentados sobre uno de los sofás grandes. Effie y Haymitch se encontraban parados tras estos.

—Me caen bien —comenze mientras me giraba hacia ellos.

—Zhapyra quiere decir que le encantaría ser su patrocinadora —Haymitch acortó mi discurso.

—Aunque debo admitir que nada de lo que yo haga podrá salvarlos si su destino es morir —Peeta y Katniss me miraban con atención.

—¿Nos ayudarás estos tres días? —asentí hacia Katniss.

Me paré de mi lugar y camine hacia la mesa de centro, tome uno de los rollitos de canela que descansaban dentro de unos platos.

—Deben dormir, las siguientes 72 horas serán un tanto pesadas —murmure mientras le daba una mordida al rollo de canela.

Effie me dio la razón y aplaudió mientras Katniss y Peeta subían las escaleras hacía sus respectivas habitaciones. Haymitch tomó un poco de licor en un copa y empezó a beberla.

—¿Crees que ganen? —Haymitch me miro curioso.

—Parece que no les tienes tanta confianza —Effie empujó suavemente su hombro.

—Los haré ganar —murmure decidida.

—No puedes hacer que ambos ganen —tomo de un solo sorbo su vaso de licor.

Tenía razón, no podía sacar a ambos con vida de la arena. Pero algo me decía que estaría pegada ha ambos de una u otra manera.

TARAREE MIENTRAS ENTRABA AL CAMPO DE ENTRENAMIENTOS, precisamente junto ha los otros patrocinadores.

Me senté junto ha una mujer que vestía demasiado extravagante para mi gusto. Los tributos se encontraban abajo mientras entrenaban. Mi vista se centró rápidamente en cierto cierto chico del distrito 2, Cato.

Había patrocinado a su hermano menor hace 2 años para ser exactos, en sus rostros podía diferenciar su típico orgullo y superioridad.

—Escuche un rumor —Crane me miro con su típica sonrisa.

—Apenas es el primer día y ya están hablando de mi —tome un vaso con licor y lo lleve a mis labios.

—Tu confesión ayer por la noche impacto a todos —confesó mientras miraba a los tributos.

—No me sorprende.

Seguimos mirando ha las personas abajo, mi mirada no abandono a Katniss y ha Peeta quienes parecían un poco ingenuas en el ámbito de entrenamiento.

—Supongo que el chico Mellark, es esa persona —lo escucho murmurar.

—Es un niño —le di una mala mirada.

—No es de sorprenderse, siempre has salido con personas menores que tú —hizo una leve pausa —, a diferencia de cierta persona.

Le di una mala mirada antes de salir de ahí, Crane sabía como hacerme perder la paciencia. En un minutos los chicos de entrenamiento salieron del campo. Primer día, era todo una locura.