Rose Clark
Otro año más.
Otro año desde que perdí a la persona que más quería y por la que más luché en esta vida.
Mi hija.
Todo el mundo me dice que soy cruel por ocultar que tuve una hija o bueno que iba a tener una hija.
No soy cruel, soy realista.
Fuí dulce una vez y me lastimaron, fui cariñosa y no lo valoraron. Soporte más de lo que debía soportar.
Y todo lo soporté sola.
Nadie estuvo conmigo cuando perdí a mi bebe.
Porque el día que iba a nacer mi pequeña hija todos estaban celebrando la boda de mi querida hermana.
Mi bebe y yo también éramos importantes.
También merecíamos ser felices.
Mi hija también tenía derecho de ser feliz, de vivir feliz.
Me levanto de la cama y voy a mi armario para sacar el único recuerdo que me queda de Lía.
Abro la cajita y saco la primera ropa que utilizó mi bebe cuando nació.
Recuerdo cuando la cargué en mis brazos por primera vez.
Ella era lo único que tenía en la vida.
Clara se parece mucho a mí Lía.
Me acuerdo del día que Clara estaba en el parque con su hermano y Violet.
Clara era una niña inocente e igual que mi Lía.
Clara estaba muy chiquita, tenía cuatro añitos cuando se acercó a mí.
Muchos me dirán que soy muy egoísta por quedarme con Clara y hacerla sufrir.
Pero ella es mi único recuerdo que tengo de mi pequeña, se parecen tanto.
Clara quiera o no se va a quedar conmigo.
Ella nunca se va a ir de mi lado.
Ella no.
Ahora prefiero ser la mala del cuento porque tonta ya fui por mucho tiempo.
Guardo la caja en mi armario y limpio las lágrimas de mis mejillas.
Son esas cosas que no tienen vuelta atrás pero te marcan y de golpe te cambian la vida para siempre.
Termino de llorar, limpiando mis lágrimas con rabia y con un dolor en el pecho horrible.
Voy al baño para lavarme la cara para que nadie note que estaba llorando.
Termino de secarme la cara para luego salir de mi habitación.
Este día me pone de muy mal humor no quiero ver a nadie.
Voy directamente hasta el estacionamiento de la casa mientras llevo una maleta con ropa que necesitaré para éstos días fuera de casa en la mano.
Siempre que llega este día desaparezco.
Solo enciendo mi carro y manejo.
Después de casi dos horas manejando, llego hasta el pueblo donde siempre voy cuando llega esta fecha.
Manejo hasta el hotel más cercano.
Bajo de mi carro y le entrego las llaves de mi carro a unos de los empleados para que lo estacione.
—Hola señorita bienvenida al Hotel Ritz. ¿Desea una reservación? — me preguntó la chica de la recepción mientras tiene su mirada fija en una lista—. ¿Ya está en la lista de reservaciones?
—Buenas tardes, todavía no tengo una reservación— le respondí mientras le daba mi tarjeta para pagar—. Quiero una habitación para dos días y por favor que nadie me moleste.
—Está bien señora Clark, su habitación es la 506— me entrega la llave de la habitación y me despide con una sonrisa.
Camino hasta mi habitación abro la puerta con la llave entro y cierro la puerta. Dejo mi maleta en la mesa donde siempre hay comida o golosinas.
La habitación es una de las mejores en este hotel. Paredes blancas, cama grande con sabanas de color vinotinto, un sillón de cuero negro y una terraza.
Agarro una copa y sirvo champán.
Voy hasta el balcón y me siento en un pequeño sillón también de cuero negro.
Solo bebo el alcohol que tengo en mi copa para poder olvidarme de este día.
Solo por este día.
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El Misterio de Clara Clark [PRIMER LIBRO COMPLETADO] ✔️
Novela JuvenilCuando pierdes a dos personas importantes para ti y para tu vida ¿Cómo sigues? ¿Cómo vives sin esas personas que para ti lo eran todo? ¿Serías capaz de avanzar y vivir una vida "normal" después de tanto dolor? ¿Serías capaz de vivir escuchando comen...