10 Una idea

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Clara

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Clara

—Es un poco raro ver a una persona más en casa— le susurré a Violet mientras observaba a mi nuevo guardaespaldas.

Marcus estaba en el jardín de la casa conversando con los demás guardias, explicándoles a cada uno sus funciones.

Tal parece que mi tía le exigió un buen trabajo y eso es lo que quiere demostrar como nuevo empleado aquí.

—Se ve gentil y divertido— dice Violet observando a Marcus.

Blanqueo los ojos.

Ese chico solo vino a molestar, para mí él no es ni amable y mucho menos divertido.

—Que no te engañe, Violet. Recuerda que trabaja para Rose y puede ser un espía para escuchar nuestras conversaciones y luego decírselas— niego con la cabeza—. No me fío de él.

Violet suelta una pequeña risa.

—Asi eres con cada persona nueva que llega a tu vida— me encojo de hombros.

—No confío en nadie, solo en ti— me aparto de la puerta del jardín quitándole la vista a Marcus para caminar hacia la sala. Violet me sigue.

—Lo sé, cariño... Pero tú necesitas a Marcus— me recordó.

Yo no necesito a nadie, estoy bien.

Yo sola puedo manejar toda esta situación.

—No lo necesito. Si fuera por mi él ya estaría en un avión devuelta a México.

—Bueno, tratemos de llevar toda está situación en paz. Vas a tener que convivir con él hasta que estés completamente bien— lo dice como si me estuviese muriendo o algo por el estilo.

—Yo estoy completamente bien...— respiro hondo para darle seguridad a mis palabras—. De verdad...

Violet sonríe negando con la cabeza.

—Solo no hagas nada para que Marcus se marché a México ¿Si? — pide Violet algo nerviosa.

Ella me conocía muy bien y sabía que yo podía hacer hasta lo imposible para que Marcus se fuera de Alemania.

—Vale— murmuro—. Pero si Marcus no es lo suficientemente bueno en su trabajo se ira definitivamente.

Violet sonríe y se acerca a mi para agacharse frente a mí, me toma las manos y las acaricia suavemente.

—Él te ayudará, no seas dura con él.

Yo asiento con la cabeza lentamente.

—Iré a la cocina para preparar el almuerzo— la hora de la comida se acercaba y debía de ser puntual ya que Rose llegaba de muy mal humor.

Lo primero que hacía Rose al llegar era ir a la cocina para ver si la comida estaba lista, y si no, todo el mal humor que había retenido lo soltaba con Violet.

El Misterio de Clara Clark [1] YA EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora