— ¿No es como...muy raro que lleves un montón de carteristas que se meten en clubs? - preguntó Bella, abriendo una lata de refresco.
— La verdad, a mí también me extraña bastante... - Nad había conseguido capturar a varios carteristas a lo largo de la semana, mucho antes de que entrasen en ciertas discotecas. - ¿Quizás... blanqueamiento de dinero?
— ¿Como ese bar que tienes cerca de casa? Siempre está casi vacío, pero tienen un huevo de lujos. - Bella empezó a beber, estando en dual channel con Nad y su juego favorito. - No sé, es demasiado raro. Casi parece una trampa.
— ¡Vale, entonces no soy la única que lo piensa! - gritó Nad, subiéndose al fin encima del edificio. - Tía, es que ya es el segundo esta noche. Llevo demasiados solo esta semana.
— Y no hemos visto a Merodeadora. - puntualizó la chica de la silla.
— Ni al Zeus de Wish. - Neón miraba a la gente entrar en la discoteca, algunos ya demasiado piripis, pero que parecían no caer en el coma etílico aquella noche.
— Sería mejor sí...
— Nop. - le cortó la araña. - Le roban a la gente. Me da igual que sea una trampa, perder dinero es una mierda. Y encima roban la cartera entera. Es que imagina tener que sacarte de nuevo las tarjetas o el DNI. Tener que cancelar la tarjeta...
— Pufff... Tengo a alguien en el grupo de Discord que tuvo que poner una denuncia por robo. 2 horas esperando.
— ¿Ves? - Spider puso el oído, escuchando la canción dentro de la discoteca. - Ay, no, me encanta esa canción... - masculló.
Antes de que pudiese seguir escuchándola, vio un movimiento sospechoso. Esta vez no era un intento de robo, si no una mirada fija al portero, como de afirmación. Algo relució en el bolsillo del joven: algo de metal. Todos los instintos de Nad se activaron, y corrió hacia una de las puertas de emergencia del local. Se conocía ya el lugar. Vivía cerca y había visto a más de uno salir por la puerta para potar debido a las cantidades estúpidas que ingerían.
Apartó a un alcohólico que salía por la puerta de atrás mientras se balanceaba. Se metió dentro del edificio y se enganchó al techo, mientras multitud de personas le miraban entre vítores y silbidos, pidiéndole que bajara y se uniese. El ruido de la gente le impedía concentrarse, y el sonido del DJ hablando por los altavoces le distraía.
— ¡Neón acaba de hacer su aparición estelar! ¡Neón, ¿Qué te trae por aquí, tía!? - varios focos apuntaron a la araña, cegándola. La música de que tanto le había gustado en Eurovision, ahora le tenía desconcertade.
— ¡Agh, mis ojos! ¡Me vais a dejar ciega como una araña de verdad! - masculló, tapándose los ojos con la mano. Intentaba sin éxito encontrar a la persona sospechosa. - ¡N-nada, solo he venido a comprobar que no os intoxicáis! - Neón intentó gritar lo más que podía, por encima de la música, seguido de una risa forzada.
— ¡Estamos de chill, tía! ¡No te preocupes! - respondió el DJ, y un pitido retumbó en el local, aturdiendo más a la araña.
— ¡Oye, Spider! - gritó una chica, cogiendo el micrófono del DJ de sopetón. - ¿¡Es Neón o Neon!?
— ¡N-Neón, con tilde! - la araña intentaba concentrarse en encontrar al infiltrado, sin éxito.
— ¿¡Pero entonces es Neón Toxic Spider o solo Neón Spider!? - otro chico le arrebató el micrófono. - ¿¡Y no es un spaninglish muy raro!?
— ¡B-bueno...soy mala con los nombres, y con el inglés! - empezó a morderse el interior de la boca, murmurando. - Por favor, callaos cinco minutos. No puedo ver con tanto ruido...
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Neón-Spider
Science FictionVenga, hagamos esto una 17th vez... probablemente. Mi nombre es Nad Arias. Hace menos de 24 horas me mordió una preciosísima araña radioactiva, en concreto una Segestria Florentina. Desde entonces, soy otra Spider-Persona como el gringo de Spiderman...