Neón-Spider

Capítulo 9: Amistades

Mag miraba al techo, con la lista que Nightmare le había hecho sonando de fondo. La voz de la cantante, con solo la guitarra de fondo, no estaba ayudando a su estado mental. Por otro lado, Mare ponía en un tablón todas las pistas que tenía del otro simbionte. Tenía pinta de ser agresivo, quizás comía humanos, al contrario que elle. Llevaba una racha de asesinatos que tenían a Sevilla aterrada y, sumado a que la araña apenas aparecía desde hacía semanas, estaba haciendo que sacar a Mag a ver a sus amistades fuera todo un reto. Y más con el gringo lesionado. Ni Spider parecía haber encontrado a aquel asesino en serie, y Nightmare no paraba de revisar zonas de ataques, puntos en común e incluso el tipo de lesiones de las víctimas. Parecía perseguir más a un animal rabioso que a un ser de su especie. 

— Dónde coño vas a atacar ahora, mamonazo… - musitó el simbionte.

— You’ve ruined everything good… - cantaba de fondo Mag, aferrándose a su almohada.

— ¿Y por qué cada vez atacas más extraño? Ahora actúas más errático… - Mare seguía sumida en sus pensamientos, moviendo papeles en el tablón. Desde los últimos ataques, el simbionte había aumentado su agresividad.

— ¿Crees que quizás me he pasado con Fran…? - pensó en alto la chica.

El simbionte al fin bajó a la Tierra 212, y miró a su amiga. Mag y Mare se miraron fijamente por unos segundos, mientras le ultime se aseguraba de que había oído bien. 

— Mag, no. - dejó de lado el tablón, dándose la vuelta. 

— No, Mag sí. - la chica se quitó los cascos.

— Ahora mismo estás en la etapa de negociación. - Mare puso un último post en el tablón. No podía distraerse ahora. - Es normal que pienses en volv-

— ¡Deja de hablar de esto como si fuese algo científico! - gritó la chica. - Que si shock, que sí etapa de negación, de ira, ¡de sus muertos a caballo! - tiró la almohada hacia el simbionte. “Etapa de ira”, apuntó este mentalmente. - ¡Hablas del tema como si no fuese contigo! 

— Solo intento darte una explicación a lo que te pasa. - la simbionte paró la almohada sin problema. - Es muy normal que los humanos paséis de la tristeza a la ira en temas de ruptura-

— ¡No hables como si no tuviese nada que ver! - le señaló, al borde de las lágrimas. - ¡Me hiciste estar más enfadada de lo normal! ¡Noté…tu ira, unida a la mía! - cogió aire de nuevo. - ¡Y le odiabas! ¡Estabas deseando que cortase conmigo! ¡Me hiciste sentir así!

— Echa el freno, Magdalena. - Mare señaló a la joven con una de sus garras, empujándola levemente con la punta de uno de sus dedos. - Odiaba al chico, claro que sí. He vivido muchos años y he conocido a muchos humanos, así que tengo mis preferencias. Pero yo no hice nada. Puedo amplificar tus sentimientos, lo reconozco, pero no puedo crear un sentimiento que no está ahí. ¡Tú! querías gritarle. Y ¡tú! - le dio un leve toque en la frente. - querías pegarle un puñetazo.

— ¿¡Y por qué debería creerte!? - señaló al tablón. - Hablas de que hay simbiontes que manipulan a sus huéspedes. Y qué casualidad de que llegas tú a mi vida y corto con mi novio. ¿Cómo sé que no hiciste eso a posta, eh? ¿Que solo quieres aislarme?

Mare se quedó mirando a la chica en silencio, quien poco a poco se daba cuenta de lo que había dicho. Aquellas palabras no iban para Nightmare ni mucho menos. Solo intentaban redirigir aquello que sentía hacia otra persona.

— Mare, perdona…Yo no… - Mag desvío la mirada, abrazándose a sí misma. - N-no sé qué me pasa. No paro de enfadarme con todo el mundo estos días…

El simbionte suspiró, acariciándole el pelo lentamente. Le había dolido aquel comentario más de lo que quería aceptar, pero sabía que la joven estaba hecha un lío tras la ruptura. Era normal, había visto a muchos otros humanos en el mismo estado. Shock o alegría, negación, replantearse la relación y querer volver, darse al alcohol y otras sustancias… Dentro de lo mal que podía salir, su compañera de vida lo estaba sobrellevando lo mejor que podía.