Llegaron a casa demasiado exaltados. El camino de vuelta había sido silencioso, sin embargo, el latido de sus corazones no los había dejado pensar nada con claridad. Taehyung tenía una necesidad infernal de estar encima de Hoseok, besarlo, lamerlo, tocarlo, sentirlo bajo suyo, una, dos, tres, cinco mil veces.
Hoseok por su parte, no entendía qué había pasado y tampoco quería entenderlo. Lo único que sabía con claridad era que le había gustado, que quería más y que no le importaba nada de lo que pasara siempre y cuando Tae estuviera a su lado.
Entraron al hogar y se encontraron con la cena servida y a los Sres. Jung conversando alegremente. La madre se acercó radiante a abrazarlos y estrecharlos entre sus brazos.
—No saben lo feliz que me hacen de que finalmente se estén llevando bien —declaró la mujer —. Tae, me dijeron que lograste que Seoki entrara a un museo, ¡esto merece una celebración! —Apuntó a la mesa que tenía un festín de hamburguesas, pizzas, papas fritas y distintas variedades de snacks —. Sé que estas cosas comen los jóvenes de su edad, así que asiento.
—Mamá, estoy un poco lleno, ¿puedo irme a mi habitación? —mintió Hoseok sintiendo su entrepierna incómoda.
—Absolutamente no, te vas a sentar acá y compartir con tu familia.
—Mamá... —abucheó abultando sus labios y logrando que Tae soltara una pequeña risita.
—Vamos, Seoki —le dijo el moreno en tono burlesco —, un trozo de pizza no te hará mal, se vale ser feliz de vez en cuando.
El menor lo fulminó con la mirada haciendo que el mayor se carcajeara mientras se sentaba a la mesa. Hoseok arrastró los pies y de mala gana se sentó a su lado.
—No crean que nos llevamos tan bien, él solo me pilló volando bajo, por eso acepté acompañarlo a ver esos plumeros —dijo mordiéndose la lengua para no estallar en carcajadas.
—Lo hubieran visto peleando con el locutor de la sala de astronomía —relató Taehyung mordisqueando una jugosa hamburguesa —tuve que sacarlo de ahí y disculparme con el asistente por los gritos de este niño.
Hoseok lo miraba con una gran sonrisa en el rostro, una sonrisa que pronto se difuminó transformándose en una mueca perturbada; y es que, un hilo de jugo se deslizaba suavemente por los dedos de Taehyung y este no halló nada mejor que extender su lengua y lamerlo sin importarle que el menor lo estuviera viendo directamente.
Hoseok tragó fuerte y se volvió a su plato para concentrarse únicamente en sus papas fritas.
—Como sea —intervino el Sr. Jung —. Sigan así, nos alegra que no estén peleando todo el tiempo, ya se estaba haciendo insoportable.
La Sra. Jung afirmó los dichos de su esposo, dándoles una gran sonrisa orgullosa.
La cena siguió tranquilamente mientras conversaban sobre la escuela, la universidad y el trabajo. Estuvieron al menos una hora haciendo sobre mesa, a pesar de que Hoseok tironeaba de la ropa de Taehyung por debajo para rogarle que se apresurara.
—Ya —se puso de pie harto de no tener la lengua del mayor dentro de la suya —. Me voy a dormir, gracias por la comida.
—¿No vas a lavar los platos? —bromeó su padre —, ja ja ja buenas noches, hijo, descansa.
Se despidió de todos. Taehyung también se puso de pie para aprovechar el vuelo, pero fue detenido inmediatamente por la mano de la Sra. Jung.
—Tae, querido, quédate unos minutos, hay algo que debemos conversar contigo.
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Albatros - VHOPE ﹛en emisión﹜
FanfictionKim Taehyung se gana una beca como estudiante de intercambio, ¿a dónde lo llevará la brújula de su destino?