10. albatros

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 love song de the cure

—No quiero hacerte daño, Hobi. No podría soportar hacerte sufrir.

—No lo harás, jamás podrías dañarme. Este será nuestro secreto, lo prometo —le dijo Hoseok acortando la distancia entre sus bocas.

Taehyung fue el primero, sentía que él era el responsable de esa situación, por lo tanto, él sería el culpable de condenarlos a ambos. Tomó sus finos labios entre sus dientes, torturándolos a los dos con la espera de lo inevitable, Hoseok quiso ir más allá, pero el mayor no le permitió; él tenía el absoluto control sobre la situación.

—Si vamos a hacer esto, lo haremos bien, ¿entiendes? Nadie, absolutamente nadie puede saber de lo nuestro, ¿sí? —murmuró ahora besando la tersa piel de su cuello.

Hoseok se aferraba a su cintura con toda su fuerza, Taehyung lo sostenía de las caderas, era imposible que se cayera; sin embargo, sentía cómo se sumergía en el abismo que se abría bajo sus pies. Había esperado tanto por este momento, aquel chico no salía de su cabeza ni un segundo, por supuesto que no lo iba a arruinar.

—Este será nuestro secreto, Tae —murmuró —, es importante para mí, tú eres importante para mí.

—Me gustas tanto —el mayor continuó besando su piel —, no sé en qué momento te transformaste en lo único que me importa, lo único que quiero, lo único que deseo.

—Vamos a mi habitación —rogó intentando no desfallecer.

—No, a la mía —replicó afianzando el agarre. Se devolvió a la puerta para asegurarse que estuviera cerrada y subió las escaleras con su chicho en brazos como si fuera un pequeño koala.

Llevarlo sobre él fue nada, Taehyung era corpulento debido al deporte que hacía desde siempre. Hoseok, en cambio, era menudo, delgado y más bajo que él. De alguna manera, sus cuerpos armonizaban bien, dejando que las formas de Hoseok se moldearan fácilmente en aquel fornido cuerpo.

Una vez en la habitación, lo recostó en su cama, pero no sin antes encargarse de que su puerta quedara con seguro, no podía permitirse  el más mínimo error, había demasiado en juego. Volvió a él en cuestión de segundos, Hoseok lo esperaba como un animal con hambre voraz, su mirada era oscura, se sentía caliente, pero también ansioso hasta la médula.

—No me mires así, no haremos eso que crees... no todavía.

—¿Qué? ¿Por qué? Estoy listo.

Taehyung se recostó sobre él con cuidado de no aplastarlo, puso sus dos brazos a los costados de su cabeza mientras se dejaba atraer por el dulzor de esa boca que lo esperaba brillando en lujuria. 

—Podemos hacer otras cosas mientras tanto —susurró pasando la punta de su lengua por sus finos labios —Te van a gustar, ya verás.

Hoseok dejó salir un suave gemido que fue música para sus oídos. Taehyung continuó torturándolo con su lengua; luego de jugar con su boca, siguió con su cuello, el cual ardía expeliendo miles de partículas de su aroma particular. Para Taehyung eso fue peor que probar la droga, no sabía cómo sería capaz de aguantarse y no sucumbir a la necesidad de hundirse dentro de su cuerpo.

Pero no lo haría, si ya estaba jugando con fuego, quitarle la virginidad al chico sería condenarlos a ambos al infierno. Después de todo, Hoseok aún era menor de edad y, si bien le quedaban solo unos meses para dejar de serlo, Taehyung ya se sentía lo suficientemente culpable como para más encima hacerle eso a alguien menor que él: aunque la diferencia de edad entre ellos fuera de apenas unos meses, su corazón ya había decidido no hacerlo por ningún motivo.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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