Albatros - VHOPE ﹛en emisión﹜

8. turbulencia

 —Mamá, ¿esta noche puedo ir a casa de Jimin a estudiar?

—Señora Jung le prometo que vamos a estudiar y nada más, Hoseok es el único que me puede salvar el trasero en este momento. Si mamá se entera que estoy reprobando biología, me asesinará —intervino Jimin con intencional dramatismo.

La mujer estaba en su escritorio, demasiado ocupada con unos informes de sus estudiantes como para ponerse a analizar la situación. Conocía a Jimin desde pequeño y sabía lo malo que era en ciencias.

—Está bien, pero mañana te quiero a las 8 de la mañana aquí en casa, Seoki, tu padre necesita ayuda limpiando las hojas del techo.

Hoseok le dio una gran sonrisa y se colgó de su cuello para besarla —Gracias, Ma, eres la mejor.

—Lo sé, ahora retírense que necesito terminar esto antes de las nueve —agregó volviéndose a la pantalla de su portátil —Oh, ¿por qué no le dicen a Tae que los vaya a dejar? Así me quedo más tranquila.

Jimin miró a Hoseok algo nervioso, el chico ya le había contado todo lo que había pasado y se entretuvo toda la tarde dándole consejos para que conquistara a Eunwoo y pusiera a Taehyung celoso.

—Mamá, por enésima vez, él no es mi niñero. Además, debe tener cosas que hacer... Jungkook nos vendrá a buscar, tranquila.

Y así fue, el menor del grupo pasó por ellos en el auto de su padre, con Irene de copiloto. Ambos ya eran pareja oficialmente y, si bien las cosas seguían un poco tensas entre ellos, Hoseok no podía más de la felicidad de que Jungkook por fin se hubiera atrevido a pedirle noviazgo a su amiga.

—Y ¿alguno me va a explicar por qué aceptamos ir a una fiesta de los peores tipos que existen en la tierra?

—Oye es la primera vez que unos universitarios nos invitan a una, no lo arruines Jeon Jungkook —pidió Jimin tirándole las patillas a su primo —, y más te vale no emborracharte, no tengo dinero para volver en taxi.

—Creo que es ahí —apuntó Hoseok a una gran casa de dos pisos con un bonito jardín.

—Mierda, Min Yoongi ya está vomitando, qué puto asco —intervino Irene mientras aparcaban el auto.

Eran solamente las diez de la noche y esa fiesta ya era un desastre.

¿Has visto alguna vez la típica película de fiestas americanas? Bueno, esto era eso y mucho más. Tenías personas vomitando entre medio de los rosales, un sillón flotando en la piscina, vasos plásticos y botellas esparcidas por todos lados. Chicos y chicas besándose con cualquiera, unos fumando en un rincón, todos bebiendo por supuesto. El rostro de Jungkook, Jimin e Irene era como cuando un niño llega a una juguetería, Hoseok, por su parte, ya estaba arrepentido de haber ido, prefería mil veces estar en casa viendo un documental en el maldito Discovery Chan-

—Jung Hoseok, hasta que llegas —Eunwoo estaba apoyado en el marco de la puerta principal, recibiéndolo con una sonrisa triunfal —. Bienvenidos.

Sus tres amigos entraron corriendo a embetunarse de todo el descontrol que había adentro, la música hacía vibrar los vidrios de las ventanas, definitivamente ninguna conversación podía darse en ese ambiente. Tenías decenas de personas bailando en cada rincón, bebiendo, destrozando la vajilla, ensuciando las alfombras, vomitando las cortinas y, sí, la fiesta acababa de comenzar.

Hoseok se quedó de pie junto a Eunwoo mirando hacia el interior del hogar e ideando la forma de largarse de ahí, pero nada se demoró en darse cuenta que estaba frito y debía aceptar que la había cagado con aceptar la invitación. Todo era culpa de Taehyung, obviamente.