Max se sentía exhausto después de la intensa carrera en Las Vegas, pero a la vez estaba realmente feliz. Sus esfuerzo había valido la pena y había hecho una gran carrera, lo que le había brindado la satisfacción que buscaba. A su lado, su padre, Jos, estaba igual de feliz. Christian, su ingeniero, también era un hombre contento después de los resultados que habían conseguido. Sin embargo, lo más importante para Max era Sergio, su compañero.
Después de que Christian los había obligado a tomar terapia junto con Sergio, Max sentía una conexión aún más con él. Habían estado pasando mucho tiempo juntos, desde sus primeros días de entrenamiento hasta las carreras más intensas. Max sabía que sin Sergio a su lado, nada de lo que había logrado hubiera sido posible.
Max estaba ansioso por saber la opinión de su padre , y cuando por fin lo tuvo cara a cara espero para ver qué palabras saldría en de su boca.
(las cuales no importaban si eran de admiración, de aceptación o de decepción , pero necesita escuchar algo, al menos su aprobación)
-Enhorabuena, Max- dijo Jos, con una gran sonrisa en el rostro-Estoy muy orgulloso de ti.
Max sonrió y solo se limito a abrazarlo , sin decir ni una sola palabra , solo eso bastaba para poder decir "gracias " o lo "agradezco mucho"
Después de agradecer tanto a su padre como Christian, max se dirige emocionado a ver las grandes pantallas, en las cuales se mostraba a Sergio.
˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*·̩̩̥͙˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*·̩̩̥͙˚*•̩̩͙✩˚*-tan perfecto como siempre -pensaba , mientras cruzaba los brazos observando con una media sonrisa,
Por qué claro ,max podría ser ingenuo pero no era un indiscreto , sabía que tenía que disimular, (aunque eso no se le daba muy bien)
❀❁❀••••Sergio era todo lo bueno que existía en su mundo, todo le encantaba de él: su cabello, su nariz, su sonrisa que lo hacía sentir avergonzado por el simple hecho de mirarla, y lo que más le encanta de él son sus hermosas pecas, las cuales podría contar cada una de ellas cada vez que se aburría; sus pecas eran como millones de estrellas en el firmamento, tan elegantes como una tarde de verano, tan fascinantes como un sueño en la noche más oscura.
Sergio era su luz en un mundo oscuro, su alivio en un día estresante, su refugio en una noche de lluvia. Cada vez que lo miraba, sentía que el tiempo se detenía, y su corazón latía al ritmo de su respiración. Sus ojos brillaban como el sol, y su voz sonaba como la música de los ángeles.❀❁❀••••
≪ °❈° ≫≪ °❈° ≫≪ °❈°