Capítulo Catorce

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Draco estaba furioso. Caminaba de un lado a otro de su oficina, y decidiéndose, se Apareció en la Mansión Nott aunque sabía que Theodore no estaba allí. Era con Astoria que quería hablar.

Cuando la bruja fue a recibirle al sentir las barreras de la mansión comunicarle de su llegada, él la fulminó con la mirada.

–Esto es tu culpa –Le dijo sin siquiera saludarla. Ella le miró sorprendida.

–Hola para ti también, Draco –lo miró cambiando su sonrisa amable por un ceño –¿Se puede saber cuál es mi crimen el día de hoy?

Draco dejó de pasearse por la sala y la miró con una arruga en el entrecejo y las mejillas sonrosadas de rabia –Fue tu idea subscribirme a esa... tontería de los amigos por correspondencia, y ahora... ¡ahora estoy metido en esta situación de mierda sin saber cómo manejarlo! ¡Y es tu culpa, Tori!– Astoria le miró con expresión sorprendida por unos segundos, luego empezó a reírse burlonamente.

–Oh, no te lo puedo creer. El genial, el sabio Draco Malfoy, el que todo lo sabe y puede, tiene una situación entre manos que no sabe cómo manejar... Señoras y Señores, Magos y Brujas, ¡hoy es un día memorable en la historia del mundo mágico! –Draco la fulminó con la mirada y eso la hizo reír más aún. –Vamos, ¡deja de comportarte como un demente!, dañas mi alfombra con tanta caminata y la aprecio mucho, Theo la encargó a Estambul y está hecha por los mejores artesanos, además, combina preciosamente con el salón –Draco puso una expresión sarcástica.

–Ja Ja Ja, Astoria. No sabía que eras tan chistosa. Me alegra que mis inconvenientes te diviertan tanto –alegó con amargura.

–Me divertirían más si me dijeras exactamente lo que sucede para poder tener mi propia opinión, pero ya que solo te limitas a pasearte por mi sala y mirarme con odio, pues algo tengo que hacer para entretenerme... –se sentó en un mueble de tres plazas luciendo fresca como una lechuza y lo miró con la cabeza inclinada esperando que él se sentara en el otro extremo. Draco la miró, suspiró resignado y se sentó a su lado, donde ella le había hecho señas que se sentara. Empezó a contarle la historia.

Astoria era una excelente audiencia. Asentía concienzudamente dando a entender que oía y le entendía, sonreía con ternura cuando le hablaba de cómo Campanellina y él hablaban de todo y de nada, y cuando llegó a la parte donde le contó cómo se dio cuenta de que la letra de Granger y la de su amiga por correspondencia eran la misma, jadeó de sorpresa y se tapó la boca con las manos negando con su cabeza como si estuviera viendo una obra de teatro particularmente sorprendente.

–Oh, cariño... Oh, Draco... ¡estás tan jodido! –exclamó la bruja con pesar. Draco la miró ceñudo y asintió.

–Celebro que entiendas en la situación en la que estoy –dijo con voz amarga.

–Claro que entiendo, Draco. Oh Merlín... ¡ella te odia!, todas esas protestas, esas entrevistas poniéndote como un villano en la red radial y todo para nada. Pasé por su esquina hace dos días. Su tienda está en la bancarrota. Ya vendió casi todo, de hecho, hoy fue su última lectura de cuentos. Tim quería tanto ir, pero obviamente, no podía llevarlo, el pobre no se da cuenta en su totalidad de que la tienda de su padre y su tío son la causa de que ella tuviera que cerrar...

–Ella no lo habría tratado mal... a Tim, quiero decir –dijo Draco con voz ronca.

–Lo sé, pero tal vez se lo podría tomar como una burla, sin embargo, envié a un mensajero a comprar algunas cosas para ayudarla, me siento tan apenada por su situación –Draco se tapó el rostro con las manos y asintió con la cabeza.

–Lo sé, lo sé, es horrible, Tori. Una cosa es leerlo en estadísticas y gráficos y una muy diferente verlo en primera fila... Ella me odia y tiene razón. He estado investigando sobre su negocio desde que empezó su campaña contra el Dragón Blanco... Trabajó muy duro para abrir esa tienda, Tori, y ahora está en la quiebra, despidió a su personal, que no eran solo sus empleados, eran sus amigos, como su familia, prácticamente se ha quedado sin dinero... y para completar los males, su prometido la dejó; según Skeeter, está saliendo con esa periodista de cuarta de La Entrevista de la Tarde, ¿puedes creerlo? ¡qué hijo de puta tan desleal! ¡Dejarla así en el peor momento de su vida profesional!

Una Lechuza en mi VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora