Capítulo Cuatro

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En la fiesta en la Madriguera, por la graduación de Ginny y sus amigos que hicieron el 8vo Año, Hermione pasó un buen rato conversando alegremente con Ginny y Harry, bailó un poco con George, evitando darle aires a sus coqueteos, y también con Neville, además, charló bastante con Bill y Fleur quienes se habían vuelto unos buenos amigos suyos.

Molly le miró apenada y en algún momento la llevó aparte al jardín, Hermione la siguió preocupada.

–No te sientas mal, querida. Yo lamento haber intentado darte esperanzas sobre Ron, pero por lo visto, tú tenías razón y era yo quien estaba teniendo ideas basadas en el aire –Hermione miró a Molly sin entender y esta suspiró –Mi hijo menor es un cabezota Hermione, lo lamento, en verdad, yo habría soñado con tener una nuera como tú, pero por lo visto, sus planes son otros –Hermione por fin entendió a qué se refería la matriarca de los Weasley y sonrió con tristeza hacia ella, le dio las gracias, la abrazó y le pidió que no se preocupara, que todo iba a estar bien para ella y seguro para Ron también.

Harry le había advertido ya un tiempo atrás que Ron estaba saliendo con Sally Smith. Él lucía tan apenado y enojado por temor a que ella se sintiera lastimada, pero en verdad quería que lo supiera por él, que era su amigo, y no por chismes de terceros, Hermione le aseguró que no le molestaba ni le dolía ahora tanto como al principio.

Ella le había pedido a Ron que si la quería, se lo demostrara con hechos y le diera un lugar en su vida, él no se tomó la molestia ni de enviarle una lechuza nunca más. Eso lo ponía todo en claro.

Harry le aseguró que inicialmente pensó que eran celos o rencor porque rompió con él al volver, pero que al ver que entre Ron y Sally parecía haber más que camaradería y amistad, le había pedido que le hablara con sinceridad de ello. Aunque al principio Ron intentó negarlo, Harry se mantuvo firme e insistió en la verdad, finalmente Ron aceptó que le gustaba la bruja y que creía que ella gustaba de él pero le aseguró que no tenían nada. Harry, algo molesto, le recomendó pedir que le cambiaran de unidad antes de que todo pasara a mayores porque no solo creaba un conflicto de interés, sino que era contra las reglas que estuvieran en el mismo equipo o fueran asignados juntos a trabajar, y obviamente, también hacía que ambos fueran poco objetivos al momento de una misión. Ron se molestó, renegó que no eran novios y que no era necesario que los separaran, pero finalmente aceptó hablar con su superior sobre su situación.

Fue asignado a otro grupo de inmediato, pero finalmente, él y Sally empezaron a salir abiertamente. Ella estaba con él en la Madriguera esa noche, en la fiesta de grado de Ginny.

Hermione le aseguró a la Señora Weasley, y no mentía, que le agradecía su preocupación por ella, esta le aseguró que aunque su hijo fuera idiota, ella era parte de la familia, todos la querían, la respetaban y que no querían que ella se apartara de los Weasley por la inmadurez y acciones de Ron.

Hermione le prometió que los quería a cada uno por ser como eran, no solo por ser los padres o hermanos de Ron y que los quería a todos. Ambas se abrazaron y Hermione volvió a la fiesta mientras Molly fue a la cocina a sacar más entremeses.

Cuando finalmente se topó a Ron con Sally, la bruja lucía algo avergonzada y no parecía saber cómo reaccionar o tratarla, pero Hermione la saludó con una sonrisa, le dio la mano, la felicitó por entrar al Departamento y le comentó que Harry le había dicho lo buena duelista que era, ella se mostró sorprendida, agradecida y tímida. Ron estaba ruborizado pero miraba duramente a Hermione. Finalmente ella se giró hacia él y le dijo.

–Ron, me alegra que estés muy bien, felicitaciones, tú y Sally hacen muy bonita pareja –no mentía, se veían bien juntos. No podía decir que no le dolía verle junto a la bruja pegado como un imán al metal pero ella sabía que era mejor vivir la realidad y no engañada con una falsa ilusión.

Una Lechuza en mi VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora