𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒

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—Si vienes aquí, juro que no respondo— soltó iracundo— No te atrevas a venir a mi trabajo ¿Oíste?— decía todo aquello entre dientes mientras pasaba e inclinaba su cabeza con una falsa sonrisa dirigida a sus colegas, no era nada personal pero no estaba en su mejor momento, al parecer nunca lo estaría mientras Lee Heeseung existiera. Este no dejaba de encontrar la forma de molestarlo, y no sabía porque seguía contestando a números desconocidos si de alguna manera el presentimiento de que fuera él palpitaba en su ser, quizás de alguna manera enfermiza, quería escuchar su voz.— Ya te lo dije— habló nueva vez— Si apareces por aquí, si solo veo la punta de tu nariz por estos lados, yo…— mientras intentaba hacer algún tipo de amenaza, su mirada que ya había alcanzado algún punto libre de superiores con los que chocar, se topó con aquella cabellera rubia tan distintiva teniendo una conversación aparentemente tensa con alguien que sonreía con hipocresía, una persona con quién compartía algunos rasgos similares; probablemente eran parientes, pero ¿eso a él que? No es como si estuviera interesado o eso quiso creer cuando decidió seguir su camino y vio algo extraño que le hizo fruncir el ceño.

El hombre elegante apretaba la muñeca izquierda del muchacho quien tenía una expresión dura, pero Sunghoon lo pudo ver… dolía y seguro como el infierno, no quiso meterse pero sin pensarlo y con Heeseung hablándole de sabrá Dios que, colgó mandándole a la mierda. Sus pies se movieron solos y cuando menos lo esperó ya estaba con su mano sobre la del sujeto desconocido que ya no sonreía y que parecía asesinarlo con la mirada por su intromisión. Sunghoon no lo pensó demasiado e inventó lo más lógico que pudo, lo más razonable y creíble posible… al menos para alguien desconocido.

—Joven Shim, necesito hablar urgentemente con usted… ¿Es posible ahora?— preguntó sin titubear y con calma— Es sobre sus avances en la materia, lo estuve buscando— el pálido vio el agradecimiento silencioso en los ojos que parecían un poco muertos hace minutos y como el chico parecía respirar con tranquilidad, pero efectivamente no era tan sencillo solo aparecer y llevárselo, menos cuando era mas que obvio que la situación interrumpida era algo más allá que solo una diferencia de ideas.

—Disculpe… ¿No ve que estamos en algo aquí?— preguntó el sujeto intentando no mostrar su aparente irritación mostrándose un poco inconforme con la mano que detenía su accionar.

—¡Oh! discúlpeme, es que… lo que tengo que hablar con el joven es muy importante y no puede esperar— dijo con un poco de titubeó, sonriendo al hombre lo más amigable posible, algo que pareció ablandar un poco la situación.

—Perdone pero, esto es un tema privado e interrumpir de esa manera me parece una falta de ética de su parte— respondió duro aunque más acoplado a la situación y soltando al rubio con lentitud quien se mantuvo en silencio.

—Puedo entenderlo, señor…— dejó la incógnita al aire

—Shim, Shim Jaehyun— respondió, en efecto… eran parientes.

—Señor Shim, lo comprendo y de verdad lo siento mucho— dijo lo mas sincero posible— No quise ser un obstáculo pero esto es muy urgente, puedo ver el parentesco así que supongo tienen más comunicación que yo con mi alumno al cual veo pocas veces— mintió en ambas cosas descaradamente, era obvio que no tenían una comunicación constante y el veía al muchacho, el cual estaba mudo, más de lo que veía a su propia madre— Le pido su comprensión, esto es muy importante, si quiere puede esperarlo— dijo amablemente aunque su intención era llevarse al chico de ahí— le prometo que será rápido— intento convencerlo con su amplia sonrisa y amabilidad.

—¿No pueden hablarlo aquí?— que difícil pensó Sunghoon sin mostrarse débil ante el aura pesada del ajeno frente a él.

—Espero que entienda, soy discreto con ciertas informaciones a menos que el alumno lo quiera hacer saber, así que como comprenderá…— dijo suave mirando al menor que desvió su mirada de él perdiéndose una vez más en su propio silencio.

—¿Por qué lo escuda como si fuera un niño pequeño?— preguntó el mayor metiendo sus manos en su aparente costoso traje formal— Al parecer aún tienes ese hábito nefasto de ser un consentido— soltó venenosamente disfrazado de alguna especie de broma. Jake soltó una corta risa cargada de aparente molestia y le miro con aquel odio— Pero bueno… no esperaba que cambiarás esa parte de ti tan repulsiva— agregó.


—Vamos, señor Park, no tiene que  explicarle nada…— dijo el rubio hablando por fin, dándose la vuelta para empezar a caminar dejando colgado a su hermano quien tuvo la intención de seguirle el paso pero el cuerpo pálido se puso en frente obstruyendo dicha acción.

—Ya le dije, puede esperarlo… ¿bien?— sonrió ampliamente haciendo que Jaehyun retrocediera.

—No esperaré, me iré, tengo cosas más importantes que hacer— dijo tranquilo ladeando su cabeza para ver a Jake seguir hacia algún lado— Padre te quiere en casa esta noche, aparece al menos deja que te vea la cara, Hanni ha vuelto dice que te extraña— agregó de manera ácida como si le costará decir algo así, pero el menor no se detuvo al escuchar aquello. Jaehyun hizo un chasquido despidiéndose perezosamente del pálido quien no dejo de mostrarse como un maestro amigable hasta que el hombre se alejo por completo.

Sunghoon suspiró profundamente cuando sintió la tensión alejarse por completo de su espacio y se volteo para seguirle los pasos al menor que desprendía un aura apagada y un poco sombría.

—Muchas gracias… por haberme ayudado ahí— agradeció Jake cuando tuvo al pelinegro a su lado— Hubiera sido incómodo escapar— agregó con un tono amargo de broma.

—No debes agradecer eso… además, realmente si debo hablar de tu desempeño— dijo con seriedad una que se esfumó rápidamente al chico acercarse y tomar para si mismo todo su espacio personal— Distancia…— soltó al sentirse acorralado.

—¿Asustado?— preguntó juguetón con una actitud completamente nueva como si lo de hace unos segundos no hubiera ocurrido— No tengo intenciones raras…— Sunghoon no pudo evitar formar una pequeña sonrisa que no paso desapercibida por el rubio quien no dijo nada para verlo un poco más.

—Por favor ¿Podrías dejar de hacer eso?— le cuestiono— Dices que no tienes intenciones raras pero te acercas de esa manera…— dijo con un hilo de voz por la cercanía mirando a su alrededor, aunque nadie parecía prestarles atención realmente.

—Lo siento es un mal hábito, supongo— soltó alejándose un poco, calmando todas las ganas de tomar al mayor y besarlo.

—Ah… ¿Lo haces seguido?— preguntó el pálido con una ligera decepción que no podía entender ¿Entonces era así con todos? Se cuestionó.

—No…— respondió siendo visto con extrañez por el contrario— Es un mal hábito que solo aparece cuando estoy con usted, señor Park… Supongo que es el culpable— Sunghoon sentía su saliva estancada en su garganta por lo dicho aunque no quería verse tan afectado, algo que quizás no logró del todo al ver la sonrisa del muchacho.

—¿Quieres que te lleve?— preguntó sin mucha dificultad haciendo que aquella sonrisa atractiva y coqueta se tornara más grande.

—¿Está coqueteando conmigo, Señor Park?— cuestionó, Sunghoon rio por lo bajo no sorprendiéndole la conclusión tomada por el chico.

—No te ilusiones muchacho— respondió— Solo voy cerca— mintió con descaro.

—No sabe a dónde voy— dijo Jake con obviedad divertida.

—¿A dónde vas?— le cuestionó el pálido con interés.

—A mi casa …— Sunghoon sonrió.

—Que coincidencia… Yo voy por ahí— Jake rio estruendosamente ante eso relamiendo sus labios— Ven te daré un aventón— el rubio asintió lento sin apartar su mirada del alto. Al parecer Sunghoon si estaba coqueteando después de todo.

𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐋𝐄𝐆𝐒-JakeHoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora