𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐋𝐄𝐆𝐒-JakeHoon

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎

Dedicado: kuroomini

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—Deberías ir con todo, Hoon— dijo su mejor amigo— ¿Por qué quedarte llorando cuando puedes ir a tragarte las penas con un buen baile y algo de alcohol?—le preguntó mientras colocaba rubor en sus mejillas.

—Porque llorar es terapéutico y te recuerdo que mañana es mi primer día en el trabajo—dijo obvio y Sunoo rodó los ojos con irritación volteando para verlo.

—¿Y de casualidad crees que ir al trabajo con la cara hinchada y ojos llorosos será mejor—- le cuestionó siendo más que obvio el regaño en sus palabras— ¡Dios! Mañana estarás como nuevo, si encuentras con quién follar y te tomas unos buenos tragos, te aseguro que te sentirás mucho mejor— dijo mientras dejaba la brocha a un lado— Vamos Hoon...—rogo con su carita más tierna— No te arrepentirás, enserio... no lo vale si no te acepta como eres, que se joda Heeseung y su gran polla inservible— el mayor río ante lo último— Ven, arréglate... dijiste que no te dejaba usar faldas ni vestirte como quisieras cuando andaban juntos ¿no?— Sunghoon se encogió ante los momentos humillantes que le había hecho pasar su ex novio, las terapias nunca eliminarian eso— Solo mira como te pones, te juro que si lo veo le rompo la cara a ese imbécil— declaró dando un fuerte golpe al tocador.

—Solo olvídalo ¿si?—pidió con cansancio— De todos modos ya se terminó, además no soy de coger con desconocidos, lo sabes— le recordó haciendo que él rojizo asintiera levemente— Voy a estar bien— dijo no tan convencido con una mueca.

—Puedes decirlo pero te sientes de la mierda y es obvio... piensa que ahora eres libre de eso— le alentó sentándose al borde de la cama mirando a su amigo con algo de tristeza— Puedes vestir como quieras ahora, hacero que tú quieras— reafirmó— Se que no eres de tener acostones de una noche, pero quizás te sirva y despejes tu mente— le animó con una pequeña sonrisa — Trabajaste muy duro para aceptarte tal y como eres, como para que un idiota como ese venga con su porquería a desanimarte de esta forma— el pálido desvió su mirada hacia otro lado, sabía que Sunoo tenía razón, pero era difícil fueron años... no algunos meses— Hoon, él no lo vale, enserio... no vale que estés llorándole a un tarado sin sentido como ese— Sunghoon asintió lento a sus palabras aún sintiendose inseguro— Vamos a divertirnos ¿Si?— preguntó dulzón, moviendo sus pestañas tiernamente sabiendo que con eso tenía el poder de convencer a su amigo de hacer locuras. Sunghoon le miró unos segundos, resoplando sintiéndose débil ante aquella mirada.

—Bien... está bien— dijo sin poner más resistencia— Realmente puedes ser insistente y molesto— agregó quitando las sábanas de su cuerpo para salir de la cama.

—Ese es mi chico—dijo el pelirrojo dándole una nalgada, haciendo que Sunghoon refunfuñara por la acción y él riera por su reacción.

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Sunghoon se tomó el tiempo de repetirse las mismas palabras frente al espejo una y otra vez hasta el cansancio- "Tardaste en aceptarte, un idiota no puede bajonearte, Sung"- (no importa si estuviste tantos años con el) se dijo a si mismo por decimosexta vez en lo que llevaba de la noche respirando con un poco de cansancio. En realidad no quería estar ahí, deseaba ser uno con su cama y llorar a gusto pero sabía que Sunoo tenía razón, ir mañana con la cara hinchada y ojos llorosos no era la solución, prefería llegar adolorido de la cintura por una buena follada o una jaqueca debido al alcohol, podría resolverlo con píldoras pero... ¿Y el dolor en el corazón? ¿Qué era recomendable para sanarlo?.