𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄

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Park Jongseong no se describía como un jugador, al contrario no le molestaba enamorarse aunque no lo buscaba y no se divertía con los sentimientos de las chicas con las que se envolvía, si les atraían físicamente simplemente lo decía y si resultaba tener sentimientos más profundos, no tenía problemas con eso, nunca los había tenido sinceramente, era directo y le gustaba la honestidad por eso era tan sincero que podría considerarse un poco vulgar o desagradable, algo que también era parte de su atractivo. Eso decían las chicas con las que estuvo alguna vez, le reprochaban por eso pero terminaban en la cama con él por la misma razón y aún así, Jay, como le llamaban sus cercanos nunca estuvo tan embobado por una chica, al menos en ese momento no recordaba si en algún punto de su vida había estado tan ensimismado por una.

Yang Jungwon, Hasta su nombre era precioso pensó mientras la miraba sonreír y hablar por sobre la música, sus hoyuelos eran bonitos y coquetos, parecían tener vida propia, sus mejillas rojizas le daban ternura a su rostro que era complementado con ojitos brillantes y juguetones, llenos de algo que no podía describir pero que quizás con algo de tiempo podría reconocer.

Pasando de su belleza, no sabía si era su voz lo que le atraía tanto o el contraste que hacía la chica en el ruidoso lugar dando un sorbo de vez en cuando de la margarita sin alcohol que le había invitado, la quería lúcida porque deseaba conocerla, estaba intrigado por algo que desconocía pero eso le hacía sentir bastante bien de alguna extraña manera.

—Entonces… ¿Vienes mucho por aquí?— preguntó la castaña  con genuino interés deseando que la respuesta fuera si, Jungwon estaba rogándo porque la noche no terminara tan pronto, nunca había sentido que alguien le prestara tanta atención sin tener segundas intenciones y eso quizás le asustaba, quería volverse cercana quizás, sentía una sinceridad en el chico y eso le gustaba.

—En realidad está es mi segunda visita—respondió mirando su bebida con poco interés, había pasado a segundo plano en su totalidad, el también quería estar lucido. Escuchó un bajo suspiro que le hizo reaccionar — Pero, si voy a verte más seguido por aquí creo que se podría convertir en mi lugar favorito a partir de ahora— vio la sonrisa de la chica crecer casi automáticamente haciendo que él se derritiera por completo— Tienes una sonrisa hermosa, Jungwon— soltó y la mencionada se ruborizó a más no poder.

—Eres… divertido— dijo como si no creyera del todo en sus palabras, pocas personas le habían dicho eso, dos de ellas ya estaban muertas y su mejor amigo le veía con los ojos del alma seguramente, así que siempre pensó que lo decía porque la quería.

—¿Divertido?— cuestionó al aire— ¿Por ser honesto?— le preguntó directamente lo cual la hizo reír— Supongo que sí soy divertido— dijo para si mismo— Podría serlo más— agregó coqueto viendo la confusión en Jungwon.

—¿Cómo podría serlo?— preguntó genuinamente intrigada, posando toda su atención en él. Jay se perdió en su expresión interesada tanto que habló sin realmente pensar en nada más que estar tranquilo en algún lugar disfrutando de la compañía ajena.

—¿Quieres ir a mi casa?—soltó de golpe, casi pegándose mentalmente, no sonó como esperaba eso era un hecho. No quería dar a entender algo que no era, pero fue un poco tarde para eso.

—¿A tu casa?—sus mejillas se sentían horriblemente calientes, Jay pudo ver el color en ellas y se sintió como un idiota irrespetuoso, su plan no era que sonara mal ni mucho menos, en realidad por su mente no había pasado ningún pensamiento sexual en toda la noche. Vio la inseguridad en ella y quizás miedo así que se retractó rápidamente.

𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐋𝐄𝐆𝐒-JakeHoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora