SANGRE

81 4 0
                                    

Luego de ese día en donde hubo muchos regaños y mucha molestia e ira, al final, tomamos muchas decisiones.

Nosotros visitaríamos cada tres meses a mi familia, y, en todo caso contrario, ellos a nosotros, para que no ocurriera otro problema de esa magnitud, ya que, la mayoría de mis hermanos, pensaban que Sovieshu me engañaba (Gracias a los chismes y rumores) Y, también pensaban que me tenía privada de mi familia.

Algo que es muy delicado, al menos, en mi familia que es muy cariñosa y valora estar entre todos.

Y, junto a eso, se tomó la decisión de dejar ir a Rashta, ya al finalizar lo que era ser dama de compañía, podría buscar empleo con cualquier noble que quisiese.

Pero, eso no fue lo más difícil, lo más difícil fue que aceptará esa nueva realidad.

-Pero... ¡Rashta es la amante del emperador! ¡No puedo ser dama de compañía de otra persona! – Dijo con mucha molestia y nervios la albina, aún quería hacerse de la máscara de débil.

-Eso es lo que se ha decidido, y, no, no eres mi amante – Comento el emperador mientras que la mirábamos, ella le miro sorprendida y sus lágrimas no tardaron en caer.

-¿Todos esos bellos momentos fueron una farsa? ¿Sus besos? ¿Sus acaricias? ¿Todo eso fue mentira? – Dijo mientras que sus lágrimas comenzaron a caer, estábamos solo los dos emperadores, pero, estábamos en el salón real, dónde habían testigos y expectantes, no deje que continuará.

-Mi marido fue encantado con una poción de amor, ¿de verdad crees que era amor puro? – Dije hacia ella, ella me miró con lágrimas mientras que se mordió el labio mirando el suelo.

-¡No! ¡Solo usted es que no ve las cosas y de seguro lo está encantando usted! ¡El me dijo a mí que usted era una infértil! – Comento en alta voz, al escuchar eso abrí un poco mis labios, ví como Sovi se preocupo mirándome con rapidez.

Suspire y mire a Rashta de manera sería, eso sí que me había provocado, y se lo demostraría ya de una vez por todas.

-Es totalmente imposible que yo sea infértil – Dije levantándome de mi trono y yendo hacia ella, saque mis alas, no me importo que la mayoría de personas lo viera, ella se preocupo y se asustó – Yo soy Perla, mi familia es la gran familia Iska, y creo, que todos saben lo poderosos y fecundos que somos – Dije, en ese momento mis ojos se oscurecieron, eleve mis alas hacia el cielo y le miré.

-No me importa la razón ni quién te lo haya dicho, no quiero que vuelvas a decir que soy infértil, porque estoy embarazada – Dije con seriedad, ella me miró impactada, todos se asombraron.

Y en ese momento, fue que escuché todos los susurros que se habían formado desde antes que sacará mis alas. Rápidamente le di la espalda y volví a mi lugar aún con mis alas a la vista.

Mire a Sovi, el me miraba aún algo culpable y preocupado, suspiré sentándome de regreso, el miro a Rashta que estaba tumbada al suelo.

-Rashta, te doy tres días para ir a la condesa dónde te pondremos, eso es todo, y no habrá cambios en mi decisión – Comento con severidad, Rashta no paro de llorar negando.

Ese día fue muy molesto ya que ella no paraba de negarse del mandato, no paraba de comentar a los aires que ella era la amante oficial.

Aunque obviamente al final tuvo que ceder, y se volvió dama de compañía de la condesa de Palacios.

Una condesa con un estatus muy elevado y bueno, además, de ser una de mis grandes amigas, esperaba que pudiera terminar de pulir a Rashta y enseñarla, aunque, supongo que yo tuve mucha mas paciencia, temía que la condesa la maltratara, pero, ya no era mi problema en realidad.

Mi Emperador Sovieshu x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora