El extraño sentimiento.
Leonora y Clarissa, una delante de la otra, mirándose fijamente a los ojos mientras se sentía un claro ambiente tenso entre ambas mujeres. Ninguna decía nada.
Estuvieron así aproximadamente unos 5 o 6 minutos que para Leonora Lesso fueron una eternidad. — ¿En qué puedo ayudarla? Profesora Dovey. — Mencionó de una manera seria y sin expresión alguna en su rostro.
A la contraria le tomó tiempo procesar aquella pregunta, en realidad, le tomó tiempo procesar quien era la mujer delante de ella. Alta y pelirroja, una melena desordenada y unos ojos azules con un ligero toque violeta en ellos, Clarissa estaba hipnotizada con tal belleza. — ¿Dovey? ¿Puedo ayudarla en algo? — Volvió a repetir la pelirroja esta vez con un tono más fuerte y severo, causando un ligero escalofrío en la mujer rubia.
— Lady Lesso... — Murmuró mientras se acercaba unos pasos hacia su ahora co-decana, siempre manteniendo su distancia. Las ligeras y pequeñas manos de la decana del bien estaban expuestas a la vista, posandose frente al vientre de la mujer, unidas y notablemente temblorosas. — Veo que mantiene relaciones amorosas no sólo con el personal, si no, ahora también con el alumnado. ¿Es consiente de las consecuencias que puede traer no sólo para usted si no para la escuela entera? — Clarissa había hecho su mayor esfuerzo para que su voz no sonara débil ante la majestuosa mujer que tenía enfrente.
La decana del mal caminó hasta su cama, dejó su bastón ahí y se sentó. Aunque hace años que no mantenía una amistad con su contraria, varias veces en tan poco tiempo hizo entender a Leonora que Clarissa era una mujer dedicada a su trabajo, no le gustaba el desorden y prefería que las cosas se hicieran al piel de la letra, muy distinta a su personalidad pero no se quejaba. (Así es, se dió cuenta de eso en el poco tiempo que convive con Dovey.)
— Profesora Dovey, aunque disfruto demasiado de su...paciflca presencia, le pediré que porfavor no se meta en mis relaciones p-e-r-s-o-n-a-l-e-s. — Declaró antes de levantarse nuevamente ahora sin su bastón y acortar la distancia que había entre ambas mujeres.
— Porque la próxima vez que haga una acusación así de grave no solo me veré en la obligación de ofenderme y tomarlo cómo una falta de respeto, también me aseguraré de que esos pensamientos salgan de su mente a la buena o a la mala manera, de preferencia a la mala. —Clarissa no pudo evitar sentir el claro cambio en los latidos de su corazón: acelerados, fuertes y dado la sensación de que este mismo escaparía de su pecho en cualquier momento. No tenía idea si eso se debía a la manera escalofriante en que Lady Lesso hablaba o a la cercanía que ambas tenían.
Clarissa podía sentir el olor a lavanda, a ropa limpia y a perfumes de caballero...así como también sintió el calor que el cuerpo de su compañera le brindaba, ojalá pudiera acercarse más...— No apruebo las amenazas, Lady Lesso. — Fué lo que salió de su boca, aunque aún no entiende cómo reunió la valentía para decirlo.
— Si lo que tienes es celos de Catherine, te diré que no debes preocuparte princesa, ella es demasiado joven para mí. — Leonora sonrió con maldad y se dió media vuelta, dándole la espalda a Clarissa que se encontraba paralizada sin saber que decirle.
— Eso no parecía ser cuando entré a la habitación y la joven nunca estaba entre sus brazos tocando sus labios con los de ella. — Usó un tono algo extraño, si alguien hubiera puesto suficiente atención diría que Clarissa Dovey, decana del bien, estaba ofendida con su compañera de trabajo.
— Pues entonces no sé que parecía, pero me sorprende que no niegues que estas celosa..— Una ligera sonrisa pícara se formó suavemente en los labios de la pelirroja.
——————— ♡ — ♡ ———————
El lago de los deseos.
3ra clase del día
Impartida por > Prof. Dovey.— ¡Excelente día a todas mis queridas siempres! Cómo muchas de ustedes sabrán, la princesa Uma se encuentra algo enferma, por lo que tendré que impartirles sus clases. Una de las virtudes más importantes de una princesa, es poder comunicarse con los animales.
Los animales son seres vivos que pueden reconocer la pureza de una persona de manera fácil, lo que nos permite a nosotras como siempres, poder comunicarnos con ellos. —La clase transcurrió tranquila, Clarissa explicaba a sus alumnas la importancia de los animales en sus cuentos de hadas y les daba una introducción ligera a la clase del día.
— El lago de los deseos, como muchas de ustedes lo conocen, es un lago que nos permite ver nuestros deseos más profundos, lo que más desea nuestro corazón...— La rubia llevó sus manos hacia su pecho de una manera dulce y delicada. — Si el deseo es lo suficientemente puro y fuerte, se cumplirá. —Después de eso, Clarissa iba dejando pasar una por una a las siempres de su clase. Unas veían príncipes (que era lo más común) otras siendo rescatadas de torres, algunas más siendo reconocidas por sus cuentos de hadas, entre otros deseos.
El día continuaba tranquilo y la profesora de buenas acciones pensó que nada podría arruinar su día, y para su suerte al parecer así sería.
La clase acabó y todas se fueron felices a prepararse para su siguiente clase.Clarissa se quedó contemplado en lago, hasta que escuchó un suspiro dramático proveniente de unos metros atrás de ella. — Tuviste suerte de que ninguna de ellas tuviera curiosidad por tí esta vez, Issa, no queremos que se repita el inconveniente del año pasado, ¿verdad? —
Clarissa se tenso ante el recuerdo de hace un año...una princesa de su clase tenía miedo de acercarse y no tener ningún deseo en su corazón, Clarissa le explicó que todos deseaban algo asl fuese lo más mínimo como por ejemplo comida, algún dulce, entre otras cosas. La alumna sonrió y accedió a acercarse sólo si Clarissa lo hacía primero, intentó negarse pero sus alumnas comenzaron a notar un comportamiento raro en ella y la decana no quería ni necesitaba más rumores, a lo cual accedió.
— Ahí vamos...— Murmuró para ella misma, intentando y haciendo todo su esfuerzo para no desear lo que desde hace años su corazón anelaba...pero no pudo evitarlo.
Ahí estaba ella, su amada pelirroja alta, de piel ligeramente pálida, melena rebelde y su personalidad opuesta a la del bien que por alguna razón la atraía aún más de lo normal.
Sin embargo, no esperaba la reacción que estaba apunto de contemplar...//Vamos de poco a poco, después de leer los capítulos pasados decidí que aunque no los borraré, si los modificaré un poco, están horriblemente mal..//
ESTÁS LEYENDO
¿A Qué Estamos Jugando?
FanfictionLeonora Lesso y Clarissa Dovey están jugando en una cuerda floja que amenaza con dejarlas caer en cualquier momento...ambas deben llegar al otro lado junts. Historia basada en los libros de "La escuela del bien y del mal", del autor Soman Chainani