Capítulo 7 - Infiel

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Leonora no recordaba exactamente lo que había pasado, solo recordó haber visto a un príncipe acercarse a su paloma, abrazarla y besarla, le dolía tanto...

. . .

Clarissa estaba en su oficina, sentada en su escritorio mientras trabajaba.
El estrés era lo que más predominaba en su cuerpo y su compañía no le ayudaba a nada.

— Sabes Rissa, me encanta que volvamos a intentar lo nuestro, desde nuestra graduación te pienso cada día...y estoy seguro que tú a mi también, no por nada fuí el príncipe más guapo de nuestra generación, seguro estabas muy deprimida por haberme perdido. — Hablaba con tanta seguridad mientras tomaba vino (con la copa mal agarrada) que había mandado a pedir exclusivamente para él, cómo si el castillo fuera suyo y las hadas sus criadas.

"Leonora no tomaría mal la copa...ella sabe las reglas de etiqueta.." Pensó Clarissa al verlo. Se obligó a sonreír de manera dulce como si no estuviera deseando que se fuera y la dejase trabajar.

. . .

— ¿Dónde está Clarissa? — Preguntó Emma al ver que todos estaban en la reunión pero su mejor amiga no aparecía.

Leonora intentó evitar la pregunta que hizo Emma, aunque no la había hecho específicamente para Leonora. Emma la miraba.

— Seguro no tarda en llegar...— Respondió la princesa Uma quien casi nunca hablaba.

Los minutos pasaron y con ellos, una hora entera, Clarissa no aparecía.

— Comienzo a preocuparme, nunca falta a una reunión...— Mencionó de nuevo Emma antes de levantarse.

— Solo empieza y ya, joder...— Leonora se quejaba constantemente.

— Tú sabes algo. —
— Claro que no, deja de molestar con eso, Anemone. —
— Dime lo que sabes, Red. —

Leonora estaba harta, cansada, y triste con una mezcla de celos. Se levantó de la mesa y miró a Emma.
— Con un príncipe que no se de dónde salió, ¿contenta? —

Emma estaba confundida...¿un príncipe? Clarissa había tenido uno que otro ex novio, ¿cuál de todos? O acaso había conocido a alguien y no se lo había dicho...

. . .

Clarissa aún trabajaba, estaba estresada, no podía terminar nada por la platica de su acompañante. 

Tocaron la puerta. — Adelante. — Respondió Clarissa.

Las hadas entraron y le preguntaron si se encontraba bien, Clarissa solo asintió aunque la pregunta le pareció extraña. Después de eso las hadas le informaron que iba una hora y media tarde a la reunión con profesores, Clarissa se levantó de golpe y suspiró.

— Dios...no porfavor..diganles a los demás que en unos momentos estaré acompañándolos...—

Las hadas obedecieron y se retiraron.
Tomó sus cosas rápidamente y estaba apunto de salir cuando una mano en su cintura la detuvo.

— ¡Ah!...¿Qué sucede...? Debo irme —
— ¿Quién te dió permiso? — Preguntó seriamente el hombre.
— ¿Permiso? ¿A que te refieres? Soy adulta, es mi trabajo y no debo pedirte permi-...

Clarissa fué interrumpida por una bofetada fuerte, dejando una marca roja en su mejilla.

— Eres mi mujer, mi pareja, debes hacer lo que yo te diga porque soy el hombre. — Él la miró y cruzó los brazos. — ¿Entendido? —

Clarissa se sintió...indefensa, humillada...eran de esos golpes que aunque no quieras, te hacen llorar, te hacen ver débil.
— ...Entendido, déjame ir, voy tarde...— Su voz temblaba muy ligeramente por el mismo llanto que había producido aquel golpe.

Él lo pensó y después abrió la puerta para ella. Antes de dejarla ir se acercó a susurrarle. — Si veo que te acercas a esa amiguita tuya del mal...te juro que vas a tener más que una simple marca roja en la mejilla...— Él acarició la misma mejilla de Clarissa y la besó suavemente. — Es por tu bien...para que seas una mujer decente y no una solterona arrastrada...cómo tu amiga esa, Anemone... —

. . .

— Se supone que ya venía..¿dónde está? — Preguntó Emma. Seguido de eso las puertas abrieron y Clarissa entró, traía el pelo suelto intentando que cubriera su mejilla lo más posible, ya que, no había tenido tiempo de maquillarse...pero no contaba con que dos personas estaban realmente atentas a ella toda la reunión.

Emma y Leonora se miraron, con eso se dijeron todo lo que harían.

. . .

Al salir todos de la reunión, Clarissa guardaba de nuevo sus cosas hasta que Emma sin avisar, apartó su cabello mostrando su mejilla roja.

— ¿Emma? ¡¿Qué haces?! —
Clarissa se movió rápidamente hacia atrás intentado evitar que la vea más pero eso hizo que su espalda chocara con el pecho de Leonora quien estaba detrás de ella.
— ¿Lesso?...—

— ¿Él te hizo esto princesa...? — Leonora acarició suavemente la mejilla roja de Clarissa estando muy cerca de ella.

— N-no...porfavor...no puedo hablar contigo...— Quería llorar, quería abrazar a Leonora y besarla, quería contarle y explicarle todo lo que sucedió en el pasado.

En eso las puertas se abrieron y las tres mujeres voltearon a verlo, ahí estaba, mirando la escena y con un rostro que solo demostraba enojo y violencia, empezó a caminar hacia Clarissa y eso la asustó.

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