Leonora tomó la carta en sus manos dispuesta a leerla. Fué hacia su sillón, sirvió un vaso con alcohol y miró la carta por unos minutos.
— No puede ser tan malo, es una siempre, no puede ser cruel conmigo, si me rechazó seguro lo hizo de la manera más suave posible y podré ignorarlo y hacer como que nunca sucedió...¿verdad? — Tantas cosas pasaban por la mente de Leonora en esos momentos, pero se armó de valor.
Tomó un trago de su vaso y después cuidadosamente abrió la carta. La tinta era dorada y brillaba un poco, la letra y ortografía perfecta de Clarissa era notable, pero no perdió el tiempo observando de más.
"Querida Lady Lesso:
Estaré encantada de poder acompañarla en un paseo para charlar un poco, mi tarde estará libre para usted.
La veo en el lago a las 7 pm después de la cena de nuestros estudiantes, así no seremos molestadas.
Fué muy amable de su parte proponer este paseo y espero sea del agrado de ambas, también aprecio nuestra amistad.Atentamente...Clarissa Dovey."
Leonora sonreía con cada palabra que leía en aquel papel, miró el reloj y estaba apunto de iniciar la cena de los alumnos, claramente no asistiría, se quedaría buscando un traje digno para el paseo con Clarissa.
Los minutos pasaban y Leonora había encontrado un traje de su preferencia, negro con toques dorados que le hacían recordar a la carta de Clarissa, obviamente había estado pensando en eso toda la tarde.
Se terminó de arreglar aproximadamente a las 6:40 de la tarde y se dispuso a salir hacia el lago para ser puntual y no hacer esperar a su invitada.Llegó claramente más temprano y se había asegurado que nadie la viera. Llevaba con ella una rosa roja que sabía que le gustaban a Clarissa aunque no eran sus favoritas, pero solo quería llevarle algo lindo.
— La noche le favorece bastante, Lady Lesso. — Afirmó una voz dulce que derramaba armonía y tranquilidad, claramente la voz de su amada paloma...
Se dió la vuelta para mirarla y admirarla, sus rizos caían como cascadas sobre sus hombros, sus ojos grandes y tiernos de aquel color café claro que brillaba, sus labios grandes que eran la pesadilla de Leonora por las noches, siempre resistiéndose a no tomarlos por su cuenta.
— Dovey... — Se escuchó casi cómo un susurro por parte de la pelirroja.
— Me sorprende su puntualidad, pensé que tendría que esperar aproximadamente una hora, ya me estaba mentalizando. — Declaró mientra sus ojos se posaron en la rosa que Leonora llevaba. — ¿Y esa hermosa rosa roja que lleva? — preguntó con la esperanza de que fuese para ella.
— Ouh yo...la traje para tí...me pareció buena idea traerte algo para disculparme por mi actitud..la última vez, ya sabes, en la oficina y eso...—
— Me parece una flor bastante linda, gracias, y creo comprenderás que yo no estoy afectada por eso...pero agradezco la rosa de verdad. —
Clarissa recibió la rosa y la tomó en sus manos con delicadeza, dándose unos segundos para olerla.
— Lesso...yo solo no quiero que salgas perjudicada por tu romance con Catherine, no quería que sintieras que te estaba diciendo que hacer con tu vida...— La rubia levantó su rostro para mirar con sus ojos de ciervo a la pelirroja, Leonora sentía que su alma intentaba escapar junto con su corazón de su cuerpo.
— Clarissa, yo lo entiendo, y te aseguro que no tengo intención alguna de seguir la relación con Catherine...porque- — No terminó, su corazón estaba latiendo con fuerza y eso le asustaba, sus sentimientos la asustaban.
— ¿Por qué?...— Clarissa nunca perdía la esperanza de que su tan deseada Leonora la tomara en sus brazos y porfin cortara la distancia entre ambas mujeres, pero no sucedió...hace años que no sucedía...
— Mejor comencemos con el paseo, es una noche preciosa y no quiero seguir hablando del tema. — Leonora le ofreció su brazo a Clarissa y la rubia no tuvo más que aceptar y quedarse con la duda.
Ambas mujeres dieron su paseo tranquilo, disfrutando de la compañía de la otra en un silencio cómodo...hasta que observaron algo fuera de lo normal.
Un cuervo y una paloma juntos, pero no eran cualquier aves, eran el cuervo de Leonora y la paloma de Clarissa.
— ¿Qué? ¿Cómo se supone que salió del castillo? Nunca suelto al cuervo — Mencionó Leonora intentando recordar si lo había sacado de su jaula para alguna entrega o algo así.
— Mi paloma siempre es libre pero no es normal que esté con un...cuervo..— Mencionó.
Ambas mujeres desconcertadas por el hecho de sus aves convivieron, solo comenzaron a verlas y seguirlas cuando comenzaron a volar juntas.
Caminaron lejos del lago siguiendo a aquellas aves hasta llegar a un campo de flores donde se podía apreciar perfectamente el cielo estrellado.
— Por favor...esto es divino... — Admitió Clarissa sin soltar el brazo de Leonora, miraba el cielo hipnotizada por la belleza del mismo.
Leonora también estaba hipnotizada pero no por el cielo...si no, por la hermosa mujer que tenía al lado y lo tierna que se veía en ese momento.
Las aves se posaron en un árbol cercano, como si estuvieran mirando a las decenas pasar el rato juntas.
La paloma se acurrucó junto con el cuervo y se quedaron ahí...las aves y sus dueñas, disfrutando de la noche, y disfrutando de la vista independientemente si veían el cielo o si veían con ojos de amor a su compañera de trabajo.
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¿A Qué Estamos Jugando?
FanfictionLeonora Lesso y Clarissa Dovey están jugando en una cuerda floja que amenaza con dejarlas caer en cualquier momento...ambas deben llegar al otro lado junts. Historia basada en los libros de "La escuela del bien y del mal", del autor Soman Chainani