Imágenes De Severus Snape

La Jefa de Slytherin

Resumen:

Severus tiene una profesora de Pociones, que es su Jefa de Casa y se enamoró de ella.

Advertencia: Sexo, Snape dominante/sometido, Sev cariñoso y amoroso, Snape virgen.

___________________________________________________

La Profesora T/N estaba dando su clase normalmente cuando se fijó que ya era hora del cambio. El almuerzo.

-Jóvenes, para el lunes, un ensayo de dos páginas sobre la función de la poción del Felix Felicis. Pero porfavor, háganla temprano para que disfruten su fin de semana. Tengan buen provecho, se pueden ir.

Regresó a su asiento, sin mirar a nadie, y se hundió en su papeleo.

-¿Profesora?

Levantó la vista y divisó al joven Snape.

Snape?

-¿Si?- Preguntó sin darle mucha importancia. Tiene mucho trabajo para distraerse con un joven de 17 años. -En qué le sirvo, señor Snape?-

-¿Puedo tomar asiento?

T/n suspiró y lo miró, bajando sus lentes hasta la punta de su naríz, y lo miró por encima de ellos. Severus sintió como el aire se le quedaba en la garganta cuando hizo contacto con sus ojos c/o.

-Seguro, siéntate.

-Dime, qué está en tu mente?

Snape nunca había dado problemas. Ella sabía que él y sus demás compañeros, Lucius Malfoy, Rabastan y Rodolfus Lestrange, Amycus y Alecto Carrow, entre otras personas, hacían maldades, pero mientras que todos esos jóvenes se metían constantemente en detención; por alguna razón, él no.

-Espero y no hayas hecho nada malo, eh, Severus? No quiero tener que quitarle puntos a mi propia casa, y perder la copa. Son siete años ya.

Él se veía nervioso, y negaba mirarle a la cara.

"Vamos, Severus, lo pudiste practicar en el espejo. Das miedo, no dejes que esta mujer te intimide!"

-Y?

-Profesora T/A... Yo estoy... Usted me llama la atención...

Ella lo miró seriamente.

-Llamo tu atención?- rió, sin creerle. -Señor Snape... No creo que este tipo de bromas sean las más apropiadas... Si eso es todo lo que querías decir, te pido cálidamente, que salgas de mi oficina, inmediatamente.

Él no quería irse.

-Créame, Profesora, esto no es una broma.

Él se paró y caminó detrás de la silla de la mujer, deteniéndose detrás de ella.

-Usted cree que algún día yo esté sentado en esa silla donde usted está?

Él puso sus manos en ambos hombros de su profesora y comenzó a masajear.

-Ya basta. Esto no es apropia-dooo! -su voz se escuchó entrecortada al él masagear el nudo que tanto le incomodaba.

-Qué tensión...- susurró él

-Snape. Qué creerías tú, si tu estudiante estrella viene a ti, y te dice que está interesado en ti. Sin contar, que eres mayor que él, y que puedes perder tu trabajo?

Ella saltó de su asiento y se alejó.

-Le pararía el juego... - Respondió él.

-Exacto. Crece, madura, busca un trabajo, y entonces si para ese tiempo sigues interesado en mí, me buscas. No te aseguro que voy a estar contigo, por Merlín, ni loca.