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La mañana había llegado para aquella joven, su despertador comenzó a sonar dando las 7:45 a.m. Tenía que arreglarse para tener su primer clase.
Al levantarse fue directo al baño, tomo su cepillo dental y embarro con un poco de la pasta, comenzando así su rutina.
Por su cabeza solo rondaban dos cosas; La nota que encontró en su escritorio. Lo ocurrido con Megumi.
este último hizo sonrojar a aquella joven mientras se arreglaba.
¿Qué iba a hacer cuando lo viera? ¿Y si se arrepiente y ya no le habla?
¿Como iba a saludarlo? Con un beso, solo agitando la mano, o solamente lo ignoraria.
Sus sobrepensamientos se fueron cuando escuchó su celular vibrar.
Era un mensaje
¡DE MEGUMI!
Las manos de la joven comenzaron a temblar y a sudar, su rostro se volvió rojo como un tomate y las palabras desaparecieron de su mente.
Megumi:
Buenos días, ______ ¿Quieres que pase por ti a tu habitación? vamos a desayunar Voy en 5 minutos 💕
Un corazón...
¡MEGUMI HABÍA ENVIADO UN CORAZÓN!
La emoción de aquella muchacha no podía caberle en su cuerpo tan chiquito, así que comenzó a soltar leves gritos de emoción y a saltar sobre el mismo lugar.
volvió a su tocador y comenzó a arreglarse con mucha más dedicación.
Estaba empezando bien su mañana.
Derrepente su puerta comenzó a sonar, la joven estaba confundía pues juraba qué todavía no pasaban nisiquiera dos minutos del mensaje de Megumi.
-Tal vez se le hizo temprano. -Fue lo único que salió de su boca antes de levantarse e ir a abrir.
Antes de aquel acto, tomo aire por la boca y poso una linda sonrisa sobre su rostro.
-¡Hola Megum-....¿Gojo? -Aquella sonrisa había desaparecido en cuanto vio al albino.
No lo tomen a mal, la joven y el no tenían ningún problema, simplemente ella esperaba a alguien más...Y no era el.
-¡QUE DIGA, PROFESOR GOJO BUENOS DÍAS! -Hablo casi gritando _____ cuando se dio cuenta que lo había llamado de manera informal.
