Solo a El

🥀CAPITALO 7🥀

Ivan...

Mi respiración era agitada, la presión en mi pecho se mantenía ahí sin querer desaparecer. Era insoportable, el vacío que sentía me hacía querer salir corriendo.

Sabía que no me había visto, fui lo suficientemente rápido como para evitar que no se diera cuenta que la estaba observando. No obstante, no puedo decir lo mismo de mi beta.

-Me mando a llamar Alfa- Gael hace una reverencia una vez entra a mi despacho.

-Ya veo que has hecho amistad con la humana- le digo apoyando mi espalda en el respaldo de mi asiento.

Gael levanta sus ojos hacía mí, no muestra ninguna emoción. El es muy bueno en esconder sus sentimientos y emociones. Sin embargo, está noche por alguna razón no me gusto como en una fracción de segundos su mirada cambio al ver a la humana. Me resulto... Asfixiante.

-Disculpe si sueno un poco atrevido Alfa, pero... ¿eso es importante?

Mis labios forman una línea antes de contestar.

-La verdad es que no... Después de todo yo te deje a cargo de ella. Solo...

-¿¡Cómo que Gael está a cargo!?- la repentina voz de Irina nos hizo girar en dirección a la entrada del lugar.

Mordí mi labio inferior y no pude evitar negar al saber lo que se avecinaba.

-Irina, que te he dicho de entrar así a mi despacho- gruñí haciendo que ella rodará los ojos. Detestaba que no me respetara como era debido.

-Olvidate de eso. Mejor explícame el asunto de la humana...

-No hay que explicar nada- solté haciendo que ella me dedicará una mirada asesina.

-No mientas... Lo ví... Ella...

Un fuerte gruñido salió de mis labios al momento de sentir una nueva molestia en mi pecho. No entiendo que sucede, se suponía que al tener a la humana cerca el malestar cesaría. Al parecer la vieja bruja me mintió.

-Alfa, qué...

-Fuera- dije pero ninguno de los dos dió indicios de querer salir.

-¿Qué es lo que sucede?- Irina dió un paso en dirección a mi persona, pero la detuve mostrando mis colmillos.

-¡¡LES DIJE FUERA!!- mi voz de Alfa retumbo en el despacho.

De manera inmediata Gael bajo la mirada y se giró para retirarse. Por otro lado, Irina me dió una última mirada antes de decirme que ella misma averiguaría lo que sucedía.

No obstante, no le preste atención.

Lleve mis ojos a la gran ventana de mi despacho. La noche estaba en todo se esplendor, lo que indicaba que ya faltaba poco para que el día llegará a su fin, y con eso el cumpleaño número 18 de mi mate.

Heidi...

-Heidi rápido, la señora Greta nos regañara sino terminamos esto a la hora- rei al ver como Flore hacia lo posible para que no se den cuenta que vacío un poco de agua de los floreros sobre el mantel del comedor.

-Creo que el regaño lo tendremos más que seguro- le digo terminando de limpiar mi parte del lugar.

Florencia reprime un quejido al ver por más que quisiera no logra ocultar lo mojado.

-¿Tu crees que seque para la hora de la cena?- me pregunta mordiendo su dedo pulgar.

-Supongo, aún es temprano. Pero por si acaso...- me acerco hacia un lado del salón y tomo un gran florero que estaba en una de las esquinas.