Ivan...
La celebración de la Luna Creciente.
Se celebra cada año. Un evento donde, si me preguntan, no tenía el menor sentido. Y eso que era el Alfa.
Año tras año, la tradición se mantenía. Varios entes importantes se reunían en dicha celebración, muchos con la esperanza de obtener nuevas conexiones, otros para presumir de su status en la sociedad o incluso para buscar pareja. Personas, criaturas de todas las clases se reunían esa noche. Por tanto, la llegada de visitantes a la Capital era muy normal en estás fechas, cosa que me tenía pensativo.
El número de muertos humanos ya había llegado a cuatro. Había tratado de mantener este asunto lo más discreto posible, pero era casi imposible.
Los rumores de los fallecidos se esparcieron como polvo, eso sumándole al hecho que dichos muertos poseían familias. Incluso uno de ellos era mate de una loba, por lo tanto los niveles de gravedad en la situación fueron incrementando.
Mi Delta había mencionado el hecho de cancelar la celebración, por un momento también lo considere. Pero eso significaría tener a los del consejo detrás de mi con sus preguntas tontas y reproches, y eso es algo que me fastidia de enorme manera.
¡Joder soy el Alfa!
El puto Rey y esas sanguijuelas piensan que me pueden manejar a su antojo.
Me provocan cierta pena.
Por otro lado, debía mantener todo en orden. No quería permitir que los integrantes de otras regiones se enteraran de los sucedido y menos a cerca de los circunstancias en las que se han desarrollado. Eso sería crear tensión entre el tratado de paz entre las criaturas.
Debía encontrar al culpable lo más pronto posible.
El sonido de la puerta logra que salga de mis pensamientos.
-Adelante.
Levanto la mirada y observo que entra Greta.
-Alfa- realiza una reverencia antes de continuar- la cena ya está lista. Los guardianes lo esperan en el comedor.
Asentí y le di una señal para que se retirara.
Cerré los informes que tenía en mi escritorio y me puse de pie para ir en dirección al comedor.
Esa es otra cosa que me desagrada de los días previos a la celebración. La llegada de los guardianes significaba para el Reino la imagen de un estado equilibrado y protegido, cosa que en cierta parte era verdad.
Pero para mí significa la intromisión de personas ajenas a mi, rondando mi espacio.
Si, soy un maniático del control.
Una vez llegue todos en el lugar se colocaron de pie para recibirme. Recorrí con la mirada a cada integrante de la mesa, hasta que di con las figuras de los guardianes.
En total eran cuatro. Los hermanos Elio y Elsa, ambos eran hadas agua de alto nivel. El mayor de ellos poseía una gran inteligencia a la hora que crear estrategias y planes de combate, mientras que su hermana utilizaba su don para fines curativos. El que le sigue se trataba de Luke, un lobo de carisma peculiar. Posee el don de multiplicarse, suele ser muy quisquilloso en algunos aspectos. Sinceramente no es del tipo de personas que tolere mucho. Eso mismo ocurre con Grash, el lobo líder de los guardianes. Es fuerte, aunque claro no se compara con mi fuerza y habilidad en combate, pero lo que lo hace de una manera distinto al resto es que no posee ningún don. Con los años se ha ganado su lugar con trabajo y mano dura. Puede que sea un total idiota, pero llega a ser muy bueno en lo que respecta a aspectos de combate y asuntos exteriores.
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Solo a El
LobisomemTodos los países se regían por el Alfa que los lideraba. Un personaje de fuerza y belleza insuperable, un ser tan sanguinario y cruel que con solo su nombre te hacía temblar y correr. Nadie era capaz de levantar la mirada cuando el pasaba, nadie que...