Ivan...
No aguantaba...
La presión se hacia cada vez más intensa.
Maldita bruja... ¡Maldita conexión!
Hoy era el cumpleaños de mi mate.
Ella el día de hoy cumple sus dieciocho años y no saben cómo estoy odiando eso. La presión era más fuerte, el malestar me estaba comenzando a enloquecer.
No había querido verla en estos días, no podía. Mi lobo no dejaba de aullar en su suplica por quererla cerca, y yo no podía permitir eso. Debía mantenerme lo más lejos posible, pero era imposible al sentir esto. Está necesidad de querer tenerla junto a mi, de olerla... De morderla...
¡Ash!
Era muy frustrante todo esto.
En lo que iba de día no había permitido la entrada de nadie a mi despacho, es por eso que mandé a Gael a patrullar a las orillas de la capital para así evitar que estuviera con sus comentarios molestos. Sabía que el no estaba de acuerdo con mi decisión con respecto a mi mate, pero eso no me interesaba.
No pienso aceptarla, aunque en estos momentos me este muriendo por ir en su búsqueda.
Respire ondo y pase mis manos por mi rostro. Me estoy ahogando.
Caminaba de un lado a otro por mi despacho, quería concentrarme en otra cosa pero no podía. Era imposible.
Las horas iban avanzando y me sentía cada vez más desesperado.
Envuelto en mi necesidad se me ocurrió una idea. Quizás eso funcione.
Salí de mi despacho rumbo a su habitación. Era ya muy noche, por el silencio de los pasillos podría asegurar que todos se encuentran dormidos y en sus habitaciones. Por lo que no me importo caminar hacia mi destino.
Abro la puerta y de inmediato una leve ola de su olor me llega. Sabía que ella no se encontraba aquí, se había mudado para las habitaciones del servicio y por lo que entro sin ningún impedimento. Sinceramente eso me pareció bien, ya que entre menor se den cuenta que es mi mate mejor.
La gran mayoría de los humanos que habitan el castillo se encuentran entre el servicio o jardinería. Por tanto que ella haya querido ocupar el puesto de trabajadora aquí, aunque me incomodo un poco, me pareció no ser tan malo.
Mi lobo gruñe en desacuerdo, pero lo dejo pasar. Es lo mejor para los dos, aunque en estos momentos no lo parezca.
Aspiro el ambiente, tratando de conseguir alguna pizca más intensa de su escencia. Pero nada. Sigo percibiendo la misma leve presencia que he sentido en todo el castillo. No es suficiente, necesito más.
Llevo mi mano al colgante y maldigo para mis adentros al sentir casi nula la escencia.
Me pretendía salir de la habitación, cuando de repente la presión se hizo más intensa. Ella está cerca, demasiado.
Mis ojos fuero a la puerta y está al abrirse mostró la delicada figura de mi mate.
Ella al verme abrió sus ojos con asombro, realmente no se esperaba verme aquí. Bueno en realidad yo tampoco esperaba que ella viniera.
Recorrí con la mirada su cuerpo, aún llevaba puesto su uniforme. Ese maldito uniforme que le quedaba demasiado ajustado y corto, dejando a la vista sus hermosas piernas. Ella era hermosa... Demasiado hermosa.
Fue algo inevitable, mi lobo comenzó a luchar por tomar el control. Sabía que mis ojos habían cambiado de color, y la agonía en mi cuerpo aumentaba.
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Solo a El
WilkołakiTodos los países se regían por el Alfa que los lideraba. Un personaje de fuerza y belleza insuperable, un ser tan sanguinario y cruel que con solo su nombre te hacía temblar y correr. Nadie era capaz de levantar la mirada cuando el pasaba, nadie que...